jueves, 1 de diciembre de 2016

CRÓNICAS URBANAS

Juan Aquino, un Apureño de Pura Cepa

Conocí a Juan José Aquino Aquino (1950-2015) en San Fernando de Apure a principios del presente siglo. Días antes el poeta Adhely Rivero me había invitado a la ciudad llanera, donde se estaría realizando un reconocimiento al poeta y escritor Apureño. A la entrada de la ciudad se desplegarían vallas con sus poemas, alusivos al llano. Viajamos en un mercedes Benz recién adquirido por el poeta Arismendeño. Tomamos la vía de Maracay, haciendo una breve escala en Calabozo donde almorzamos hervido de cachama; luego continuamos hasta llegar a nuestro destino por la tarde. Nos recibieron en una de las populosas barriadas de la ciudad con carne asada, guasacaca y yuca. De ahí nos dirigimos en caravana a la salida, pasando por el puente María Nieves. En el acto se hicieron presente muchos amigos, intelectuales, allegados y familiares de Aquino. Fue una velada inolvidable. Al día siguiente regresamos a Valencia con la grata satisfacción de haber cumplido con este singular creador Llanero.
Juan Aquino
Desde el martes ocho hasta el sábado doce de noviembre de 2016 se realizó en la Casa de la Cultura de San Diego “Aldemaro Romero”, un homenaje al conocido y popular llanero Apureño Juan Aquino, y en correspondencia al primer aniversario de su desaparición física. El evento fue propiciado por la viuda y sus dos hijas, algunos profesores jubilados de la universidad de Carabobo, y la participación del mencionado Centro cultural.

El viernes once asistí a una tertulia donde se disertó sobre el modo de ser de Juan Aquino, que lo hizo tan popular en su llano Apureño y fuera de sus fronteras. Durante toda la tarde se contaron cuentos y anécdotas asociadas a su persona. El salón se llenó de risas y lágrimas, pero siempre perduró la alegría.

Refería una de las hijas (la morenita) que su padre no aceptaba de ellas un comportamiento que sugiriera desconocimiento del llano venezolano. Por ejemplo, no podían decir ni en broma: “mira ese pájaro gris o blanco”. Debían ser precisas, es decir, llamar a cada elemento de la Naturaleza por su nombre: “Mira esa garza Morena, garza Paleta, Cotúa, Corocora roja…” Una mujer llanera tenía que mostrar conocimiento de todo el acontecer llanero, que es una escuela muy difícil y dura de aprender.

Contaba uno de los asistentes que en una época de elecciones regionales, apareció por “Coco e’ Mono” un candidato a la gobernación, presentando a la gente ofertas electorales. El político, de manera inteligente se entrevistó con el jefe de la tribu.
-Si usted, gran Jefe -dijo- me ayuda a conseguir votos, yo le prometo que le daré un cargo en mi gobierno.
El hombre llegó a la gobernación y, pasado un año se dio una vuelta por "Coco e’ Mono" donde había ganado ventajosamente. El jefe indio vestido con elegancia, propio de un día festivo, le salió al paso al visitante, y le recordó su promesa.
-Dígame qué empleo quiere y se lo daré -dijo el gobernante-. Pero al ver que el hombre no hablaba, le volvió a decir:
-¿Te gustaría trabajar de vigilante en una escuela de la comunidad?
-No me gusta ese trabajo -respondió el jefe indio.
-¿Y de policía?
-Tampoco me gusta.
-Entonces ¿cuál trabajo prefieres?, dime tú.
- A mí me gusta un trabajo como el de Juan Aquino.
- Y ¿cuál es trabajo de Juan Aquino?
-El de jubilao.


*
El sábado fue la clausura de tan hermoso y colorido evento. Estuvo dedicado exclusivamente a la interpretación de sus canciones, amenizado por un conjunto de música criolla. Los interpretes lo hicieron muy bien, arropando el ambiente de sublimes sentimientos de amor y sentir llanero, destacándose las hijas, que demostraron un dominio musical excelente.


Nota: Cuando tenga más información de este Ilustre hijo Apureño se las daré a conocer.

Valencia, 01-12-2016
Zordy Rivero

No hay comentarios:

Publicar un comentario