martes, 19 de mayo de 2020

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA XLVII


El Origen del Coronavirus (Covid 19)

Los virus y las bacterias han existido desde que el mundo es mundo. De hecho muchos de estos microorganismos conviven con nosotros sin causarnos daño. No obstante el Coronavirus se aprovecha de las defensas inmunológicas debilitadas, dándole chance a bacterias que son nuestros huéspedes (el neumococo, entre otros), pero que ante un bajón o adormecimiento de las defensas se vuelven agresivo y nos matan en pocos días por colapso pulmonar, principalmente. Muchos países piensan que en un laboratorio se modificó la genética del virus para hacerlo más agresivo; yo no lo creo, porque si así fuera mataría a todos por igual, y sabemos que no es así.

El origen de esta pandemia está relacionada con la implementación de la nueva tecnología de telecomunicaciones 5G, que viene a reforzar a la 4G, lo cual implica más radiación electromagnética dañina para la vida en general —seres humanos, animales, plantas, virus, bacterias. 

La ciudad china de Wuhan fue seleccionada como prueba piloto para la instalación de las antenas que darán vida a esta diabólica tecnología. También fueron elegidos otros países de Asia, Europa y América.

Sé que muchos incrédulos ya están pensando: ¿y las pandemias (pestes) del pasado, cuando no existían las telefonías, quien las produjo? Esas pandemias mataron prioritariamente a las personas con las defensas bajas: enfermos crónicos, graves, desnutridos, mal alimentados. Porque todo los virus, bacterias y hongos atacan principalmente a los más debilitados, y en nuestras sociedades donde imperan las desigualdades sociales no es raro que los más afectados sean los más desasistidos.

Créanlo o no crean, esto no va a mejorar mucho hasta tanto no se desista de imponer esta tecnología debilitante, y no va a ser fácil cuando detrás de ella existen transnacionales que han hecho una inversión importante y más cuando piensan en los millones que van a acumular, gracias a esta desastrosa tecnología (5G). De modo que lo más probable es que tendremos Covid 19 por mucho tiempo, hasta que la conciencia de los magnates y gobernantes del mundo les comience a importar la vida en general; o las personas afectadas comiencen a revelarse contra esta tecnología de última generación. Pero esto sólo se logrará cuando los usuarios empiecen a pensar más en sus prójimos como hermanos, y esto sucederá, repito, cuando la consciencia de la población se eleve.

Cito parte de un artículo de La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales: (Coronavirus y la 5G, que lo pueden leer completo en www.naturalscience.org/es):
“El coronavirus SARS-CoV2 (COVID-19) fue detectado por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan, provincia de Hubei. El virus se difundió rápidamente desde China a Corea del Sur y a Italia y finalmente por todo el mundo. Es interesante, que la difusión geográfica y la severidad de la enfermedad encaja con la “ruta” de la 5G. Por ejemplo, los más altos índices de mortalidad fuera de China ocurrieron en lugares que ya están implementando la tecnología 5G, tales como Corea del Sur e Italia”.

Tenemos noticias de que en Suecia ya empezaron a desmantelar las antenas colocadas en la parte superior de los edificios. Al menos ya es algo y un ejemplo a seguir.

Martes, 19-05-2020
Zordy Rivero, Cronista

domingo, 10 de mayo de 2020

NARRATIVA

INVESTIGACIONES DE UN SABIO

En su juventud el sabio de Guadarí incursionó en el mundo de las drogas denominadas lícitas, pero tan peligrosas como las ilícitas. Fumó cigarrillos y tabaco; ingirió licor y mascó chimó. En la medida en que las fue conociendo, empezó a apartarse de las mismas. Un reciente opúsculo publicado sobre el peligro del chimó, dejó sorprendido a extraños y conocidos. Trataré de hacer un resumen de la pequeña obra, pero el que desee conocer la investigación en su totalidad puede buscarla en la internet.

“El chimó empieza a ejercer sus efectos deletéreos en el organismo humano en el mismo instante en que se fija a la dentadura. La goma negra que se extrae con el dedo de una cajeta, por lo general contaminada con huevos de parásitos y bacterias que viven debajo de las uñas, pasa sin obstáculos al tubo digestivo, sin mencionar los que salen del baño sin lavarse las manos. Este simple hecho me llevó a conocer que todos los mascadores tienen parasitosis intestinal masiva.

“En el momento en que se siente el mareo, nos indica que ya la droga se encuentra en la sangre, ejerciendo un control cerebral, distorsionando, o inhibiendo la información que de él sale o entra para ser procesada. Se deduce por tanto que los consumidores adictos pueden alcanzar una inteligencia casi vacuna, es decir, poco creativa. De manera que la mediocridad en el arte, la política y la vida en general se hace evidente.

“La droga acelera más de lo normal los latidos del corazón, en un promedio superior a quince latidos o más por minuto. Sumándole años a una taquicardia moderada, estamos hablando al menos de quince a diecinueve años de vida perdida por un mascador crónico. A partir de ahora, cuando sepan de un difunto, que en vida fue adicto al chimó, pregunten cuantos años mascó regularmente, y entonces sabrán cuantos años de vida le arrebató la droga.
“En mis estudios en mascadores, realizado durante varios años, llegué a comprobar que a la edad de los sesenta años, todo mascador crónico es un impotente absoluto y sin remedio. Pero donde sí hace verdaderamente estragos esta mezcla enajenadora es en los niños y jóvenes, impidiéndoles realizar estudios que implican un esfuerzo intelectual, pues se ha demostrado que el cerebro, bajo el efecto de la goma negra inhibe la creatividad y las ideas originales.

“La mayoría de los adictos presentan cierto grado de desnutrición, pues la misma inhibe el apetito. Cuando la persona se arrima a la mesa a comer, por lo general no tiene hambre y por tanto come muy poco. Y por último, la cantidad exagerada de saliva que se escupe, deja de bloquear el exceso de acidez del estómago, propiciando la gastritis y úlcera gastroduodenal. Y no vamos a hablar de los demás órganos de la economía, que suman otros elementos generadores de enfermedad y mal vivir”.

II
El libro “El Chimó, Una Droga De La Muerte” le costó al sabio muchas burlas y desaires. Todas venían de gente que estaba muy ligada a la fabricación y comercialización del producto. Incluso, hubo un degenerado que quiso patentar una marca de chimó con el nombre de don Tulio. Como lo oyen y no exagero. El chimó se iba a llamar Chimó don Tulio. Afortunadamente el sabio fue enterado por un amigo y tuvo tiempo de parar el registro, amenazando con una demanda si usaban su nombre para una droga tan detestable. A raíz de aquel suceso la gente se organizó para combatir el negro vicio de la muerte. La esperanza es que para el año 2030 no haya consumidores de chimó en el país.

Domingo, 10-05-2020
Zordy Rivero, Cronista