domingo, 8 de noviembre de 2009

CRÓNICAS

     1.  Exclusión y Política

Una de las pocas cosas que me desagrada en la vida es hablar de mí mismo; uno porque prefiero mantener mi vida en privado, y otro, porque en la medida que soy poco conocido tengo más tiempo para crear en mi soledad, elegida a voluntad.

Soy médico del Ambulatorio Rural Tipo II "Roger Rojas Tarazona" del municipio Arismendi desde hace más de diez años, al servicio de La Dirección Regional de Salud (Comisionaduría de Salud) del estado Barinas. Hace aproximadamente dos años salieron varios cargos fijos para médicos rurales, asignados por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, en Caracas, para favorecer a los que laboramos en las zonas más apartadas del estado Barinas. Se repartieron los mencionados cargos a médicos que ejercían en lugares cercanos a la ciudad, y que además estaban (en su mayoría) en contra del proceso revolucionario que lidera el presidente Hugo Chávez. Mi persona fue excluida por una directora de la oposición que trabaja en La Comisionaduría de Salud, por la sencilla razón de que yo no comulgaba con el partido en el cual ella milita.

Si esta oposición chantajista del gobierno del presidente Chávez, que aún con escaso poder político se comporta de una manera excluyente y discriminatoria, que quedará si el día de mañana llegaran a sustentar cuotas de poder respetable; y que quedará para los que no piensan como ellos, que es uno de los argumentos que esgrimen ante el supuesto radicalismo del presidente. Que Dios nos guarde del sectarismo de la oposición venezolana.

En muchas ocasiones las sociedades marchan mal por culpa de nosotros mismo, que nos quedamos cruzados de brazos ante las injusticias que nos rodean, con el supuesto de que esto o aquello no me afecta a mí; entonces cuando nos toca a nosotros o a un familiar, pegamos el grito al cielo, condenando esas injusticias, que un día, por apatía o indiferencia, toleramos o permitimos. En definitiva, en la convivencia social no se puede ser apático ni neutral. El compromiso es lo que manda. Y yo seguiré fiel a este proceso de cambios culturales, económicos y sociales.

Arismendi, 16-10-2009
Zordy Rivero

viernes, 16 de octubre de 2009

CRÓNICAS

2. Una Fecha Para Recordar


El domingo 11 de octubre de 2009 el presidente de La República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Fría, tenía previsto realizar su acostumbrado Aló presidente en el municipio Arismendi del Estado Barinas. A las once de la mañana de aquel domingo estaba pautada la gran cita, pero inesperadamente el presidente anunció que por quebrantos de salud no podría estar en Arismendi, donde pensaba inaugurar una Planta Procesadora de Leche, un Ambulatorio y el asfaltado del pueblo entre otras obras. El caso es que ninguna de las señaladas obras estaba totalmente concluida. En su representación acudió el gobernador del Estado, profesor Adán Chávez, quien puso en funcionamiento la Planta Procesadora de Leche.

Jamás en un pueblo tan pequeño había acudido tanta gente, esperanzados con la expectativa de ver a su máximo líder de cerca. Los hoteles se agotaron, hubo que habilitar personal para controlar el flujo de autos, y el domingo en la mañana se sacrificaron siete terneras para darle comida a tan multitudinaria cantidad de gente. Pero a pesar que el presidente no se hizo presente, su anuncio obró milagros. Su hermano Adán notificó a los líderes presentes que el presidente volvería antes de seis meses, y que esperaba encontrar al pueblo convertido en una tacita de oro. Y pareciera que todo apunta hacia ello. A partir de ese momento las calles se han visto desde la mañana hasta la caída de la tarde, invadidas por cuadrillas de obreros realizando labores de nivelación de terrenos, compactación, canales para introducir tuberías de aguas negras faltantes, cambiándole la cara al pueblo, que hasta ahora permanece abandonado y feo.

El sábado, a eso de las 8 de la noche un helicóptero sobrevoló el poblado, con un reflector de alta potencia, y se comenta que era el presidente quien recogía una visión panorámica de toda el área residencial. Las esperanzas han vuelto a renacer en el pueblo, con sus 135 años acuesta, según lo indica en uno de sus libros el guadarrameño Virgilio Tosta, recientemente fallecido. Se tiene planteado terminar la carretera Guanarito-Arismendi, la cual nos pondría en nuestro Estado Barinas en 3 horas y media, y esto para nosotros sería un gran avance. También se asfaltaría todo el casco del pueblo y algunos de sus barrios. Si Arismendi produce actualmente más ganado que todo el estado Cojedes, mejorando la vialidad y la calidad de vida del campesino promedio, entonces haríamos milagros de abundancia, en la creación de  bienes de consumo. Creo que las obras proyectadas a futuro son un merecimiento justo para la cenicienta de Barinas, como se nos conoce en la ciudad capital.
Arismendi, 16-10-2009
Zordy Rivero

lunes, 28 de septiembre de 2009

CRÓNICAS

Tratamiento de la Picada de Raya

Hace aproximadamente dos años me encontraba de visita en casa de unos amigos en la parroquia Curbatí del municipio Pedraza del Estado Barinas. Cuando ya me disponía a despedirme apareció un picado de raya, un pariente de la familia. Se encontraba pescando en el Pagüey, un río con lecho de piedras y aguas turbias, en un lugar donde abunda la raya tigrita, conocida su fama por lo pequeño de su tamaño y lo certero de su embestida. El joven pescador se encontraba desmejorado después de dos horas de insoportable dolor. El dueño de la casa pidió que le consiguieran una raíz de yuca dulce. Al tenerla en su mano procedió a quitarle la cubierta, y con el filo del cuchillo empezó a rasparla, luego aplicó una pócima en la herida. Antes de los diez minutos el dolor empezaba a ceder. Al día siguiente volví a la casa del paciente y lo encontré completamente restablecido. Se disponían a aplicarle otra ración de pulpa de yuca.

Yo siempre había tratado con éxito las picadas de raya con procaina, un anestésico usado en la Terapia Neural; se aplica con una jeringa apropiada en la herida y alrededor de la misma. El anestésico actúa descomponiendo las proteínas del veneno, inutilizándolo, a la vez que estabiliza los nervios y tejidos. El raspado de yuca colocada en la herida actúa extrayendo el veneno y posiblemente haciéndolo inocuo. Aun cuando la Terapia Neural es efectiva y da resultados satisfactorios, la yuca es de efectos más rápidos y alentadores.
Zordy Rivero
Arismendi, 28-09-2009

miércoles, 19 de agosto de 2009

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA

La Toxoplasmosis, una Enfermedad muy Difundida

El toxoplasma gondii es un parásito (protozoario) causante de la toxoplasmosis, una enfermedad cuyos síntomas se manifiestan en una etapa avanzada por cefaleas intensas a repetición, pérdida progresiva de la visión, hasta llegar a la ceguera si no se trata a tiempo. De hecho, muchos de los ciegos actuales eran portadores de este parásito en épocas pasadas, y ya fuera porque la tecnología de los laboratorios no estaba en capacidad de detectarlos, o porque el médico sencillamente no pensaba en tal patógeno, el diagnóstico clínico era muy difícil. Debo destacar que el mencionado diagnóstico se realiza casi exclusivamente a través de una prueba serológica.

Lo asombroso de esta patología es que existen personas que tienen el parásito pero no padecen la enfermedad. Permanece en ellos en estado latente. No obstante, si se presentan las condiciones favorables, el agente patógeno hace su aparición. Si el individuo sufre una baja de las defensas orgánicas -inmunológicas-, por el consumo de exceso de azúcar refinada, de comidas chatarras, debido a un trabajo agotador, o por vivir sometido a un estrés prolongado o corto, pero muy intenso, entonces el parásito pasa de un estado pasivo a uno activo.

El tratamiento farmacológico es bien conocido por el médico, pero además de ser tóxico el patógeno es resistente al mismo, y cuando logra el control, lo hace por un corto tiempo, teniendo que aplicarse una nueva terapia a dosis más elevadas y potentes. El cuadro clínico se complica cuando es una mujer y está embarazada. Si es primeriza podría presentarse un aborto, a menos que se exponga a la toxicidad de las drogas existentes en el mercado.

En las distintas comunidades Llaneras donde he ejercido mi profesión, he logrado recopilar tres tratamientos naturales, que la gente, por aprecio o agradecimiento me los ha regalado. Yo ahora se los entrego a ustedes.

Huevos de Patos. Se rompe y se bate, o licua un huevo cada día. Se le puede agregar una copita de vino (no recomendable en las embarazadas), o frutas licuadas. Se toma una vez al día por 9 días.
Yuca Dulce. A la raíz de yuca se le quita la cutícula externa y luego se desprende la corteza; ésta es la que se utiliza. Se hierve y se deja reposar, y al líquido se le agrega cualquier fruta y se toman tres vasos al día por 9 días.
Arroz Blanco. El agua usada para el lavado del arroz se envasa y refrigera, y se toman tres vasos diarios por 21 días.

Después es recomendable acudir a un laboratorio y realizarse un test de toxoplasmosis. Con toda seguridad el paciente seropositivo tendrá unos niveles dilucionales cerca o por debajo de lo normal. Sólo es necesario aplicarse un tratamiento, aunque la efectividad es segura en los tres casos. Según mi consideración, la primera opción es la más potente.

Zordy Rivero
Arismendi, 19-08-2009

miércoles, 17 de junio de 2009

UNA PACIENTE DE DIFICIL MANEJO

Una paciente de 45 años de edad acudió a mi consulta el verano pasado. Venía recomendada por un colega de la ciudad, que se había dado por vencido después de varios intentos sin resultados satisfactorios. La señora Candelaria padecía de un trastorno de la tensión (que muy bien podría llamarse tensión caprichosa), por la peculiaridad de subir y bajar sin motivos aparentes. De allí provenía el fracaso de los medicamentos. Unas veces se encontraba con un nivel tensional muy elevado, y momentos seguidos su tensión arterial caía drásticamente

La paciente expresaba -a través del diálogo- un temperamento exaltado y dominante. Su hablar era fuerte y decidido: toda una dama acostumbrada a mandar. Mientras conversábamos noté en sus manos y piernas movimientos constantes; y en su cara prematuramente envejecida, veíanse surcos profundos. La estudié detalladamente: leí su mente y corazón y comprendí que Candelaria era una mujer sufrida. "Te ayudaré, le dije, eres una buena mujer que tiene mucho que dar todavía. Comenzaremos hoy mismo el tratamiento. Sólo te pediré que no discutas conmigo, y te garantizo que al concluir el primer mes empezarás a ver los beneficios. El procedimiento es sencillo pero el resultado duradero.

Le dije que no le indicaría ningún medicamento de farmacia, porque estaba demostrado que en ella no surtían efectos. Sólo necesitaría una hamaca. En ella reposaría cada día durante dos horas, preferiblemente de una a tres de la tarde, en silencio, en estado meditativo, sin dar órdenes. El objetivo era disciplinar el cuerpo, que había perdido el control sobre sí mismo. Candelaria se marchó no muy contenta, con un tratamiento, según su parecer, poco convencional. Entiendo que para el común de la gente la salida fácil para calmar un dolor o una angustia, es tomar una droga. Pero eso de controlar el cuerpo con la quietud no suena muy convincente.

Tres meses más tarde apareció Candelaria en mi consulta. Le tomé la tensión arterial y la tenía considerablemente elevada.

-¿Qué sucedió Candelaria? -le pregunté un poco extrañado.

-Le voy a ser sincera...-dijo con voz apagada-. Yo no soporto estar en la hamaca por más de 15 minutos; tengo que abandonarla si no quiero reventar. No tengo voluntad para eso.

-Yo no te dije que sería fácil, mujer. Estás domesticando la bestia que llevas dentro -le dije-.  Harás un nuevo intento. Si no lo consigues te dejaré tranquila. ¡Es una promesa!

Al cumplirse un mes acudió a mi consulta. Le tomé la tensión y la encontré casi normal. La felicité y le pedí que continuara con sus ejercicios. Me contó que permanecía dos horas acostada en la hamaca sin moverse, relajada, y que ya empezaba a dormir un poco, cosa que le parecía increíble.

Durante aquel año Candelaria me visitó casi todos los meses. Y aun cuando su tensión se había normalizado, seguía visitándome. Le dije que ya no necesitaba de mi ayuda, pues estaba completamente curada. También le hice sugerencias sobre una alimentación sana, y la posibilidad de realizar alguna actividad recreativa, apartada del trabajo rutinario.

La técnica de la pasividad obligada da resultados para todas las enfermedades inimaginables, y en especial muy útil en las personas sometidas a un estrés permanente. Es como tomarse dos horas de vacaciones diarias, que al final del año suman varios meses. El cuerpo obedece a la pasividad, y aunque lo expongamos al ajetreo del diario vivir, él siempre buscará la armonía y la paz conseguida en la hamaca, en nuestro caso. No olvidemos que todo hábito se hace en base a la repetición. Alguien dijo: tenga mucho cuidado con lo que desea porque lo más probable es que lo consiga.

La técnica de la pasividad obligada no me pertenece. Ya los hindúes, tibetanos y otras culturas orientales practicaban la meditación en posición de loto desde la aurora de los tiempos, tratando de controlar la respiración y el ritmo cardíaco. Yo solamente he aportado la hamaca, un elemento indesligable del llanero.

Muchas personas no toleran el ruido de la ciudad, pero el entrenamiento disciplinado nos permite vivir entre el ruido, y hasta cierto punto tolerarlo. De eso se trata. No tiene sentido el dominio de un método de relajamiento para ponerlo en práctica en la tranquilidad de nuestro claustro.


Zordy Rivero

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lunes, 8 de junio de 2009

EL GINSENG: UNA MEDICINA DE LA VITALIDAD

Con frecuencia hemos oído hablar de las siete maravillas del mundo; yo a mis amigos les hago la pregunta siguiente: ¿Cuáles son las siete profesiones que el que se mete no se sale jamás? Casi siempre me responden una: la profesión de médico, y es cierto. Podríamos hacernos una pregunta similar pero relacionada con las plantas medicinales, y les aseguro que el ginseng tendría reservado un lugar privilegiado en esa pequeña lista.

Algunos habitantes de la India, y otros países del Oriente, de donde procede la raíz, le tienen tanta fe que la toman de manera regular durante tres meses, una vez al año, para asegurarse una vejez saludable y pródiga. Sin duda su fama en el mundo entero se debe en gran parte a su poder afrodisíaco. Pero ¿cómo lo logra?, se preguntarán. He ahí el misterio. En ella se conjugan todos sus elementos para mejorar de forma óptima el buen funcionamiento del organismo, y gracias, especialmente, a uno de sus componentes principales: los ginsenósidos. Por algo se le considera un adaptógeno: ayuda al organismo a adaptarse a los cambios del medio externo, contribuyendo a mantener el sistema inmunológico en condiciones excelentes.

Los estudiosos de esta planta recomiendan su uso a partir de los 45 años de edad. Sólo que es una recomendación variable y subjetiva, pues, existen hombres que a los 80 años no la necesitan, y otros que a los 30 les vendría como una bendición; y todo tiene que ver con el estado de salud del cuerpo. Un organismo saturado con carnes rojas, enlatados, frituras y comidas chatarras casi siempre va a responder mal a las medicinas naturistas; mientras que una persona con la sangre limpia, liberada de impurezas, es casi seguro que no necesita del ginseng ni de similares.

El pueblo, poseedor de una imaginación fértil y próspera ha ido acumulando a través de las centurias las virtudes de esta poderosa raíz. A continuación una lista de sus propiedades medicinales o curativas:

Digestivo, tranquilizante, estimulante xialagogo, sedativo, tonificante nervioso, gonadotrópico, expectorante, estrogénico, cardiotónico, afrodisíaco, inflamación, esplenitis, diabetes, debilidad, tos, convulsiones, cáncer, caquexia, heridas, furúnculos, arteriosclerosis, asma, anorexia, anemia, amnesia, disnea, reumatismo, rinitis, rectocele, puerperio, embarazo, náusea, menorragia, paludismo, promover la longevidad, molestias intestinales, insomnio, impotencia, dispepsia, dismenorrea, disentería, hipotensión, hipertensión, hiperglicemia, fiebre, timidez, fatiga, epistaxis, epilepsia, enterorragia, dispepsia, dismenorrea, diarreas.

Deseo aclarar -para no crear falsas expectativas-, que aun cuando una medicina tenga propiedades curativas extraordinarias, no hará ningún efecto en un organismo deteriorado o que tenga lesiones orgánicas severas e irreversibles.


Zordy Rivero

miércoles, 3 de junio de 2009

VIDA SALUDABLE

El Chimó una Droga que Acorta la Vida


El chimó es una droga extraída de las hojas secas del tabaco. En un caldero se colocan las hojas con suficiente agua y se les somete a un hervor lento pero sostenido, hasta que aparece una mezcla negruzca y maleable, semejante en consistencia al melado; cuando ha quedado casi totalmente deshidratada se deja enfriar para después guardarla, o por el contrario, se procede de inmediato a su respectivo aliñamiento, que cosiste en agregarle una serie de ingredientes que la pueden hacer más fuerte o más suave según el gusto del consumidor.

Posteriormente se envasa en pequeños recipientes para su comercialización; se le aplica una etiqueta con un nombre, por lo general muy sugestivo. Por ejemplo: chimó el verraco, la raya, el temblador etc., y se lanza al mercado para su distribución y venta. Es todo un negocio en los cinco Estados llaneros de Venezuela y más allá de sus fronteras.

El consumidor se coloca el chimó, por lo general en una muela y allí permanece diez, quince o veinte minutos, según la cantidad. El chiste consiste en irlo escupiendo lentamente hasta que se agota, dejando en el cuerpo la sensación de no estar pegado a la tierra, con una especie de somnolencia que puede llegar a la borrachera, si no se es un consumidor experimentado.

El chimó genera en el individuo una dependencia tanto física como psicológica, y al adicto le resulta muy difícil dejar el vicio, y en caso que lo logre, es después de muchos intentos infructuosos. Ahora expondré mis observaciones, que he ido recogiendo a lo largo de los años, y con la autoridad que me lo permite el hecho de que yo en una época fui un mascador empedernido.

Todos los consumidores tienen parasitosis intestinal, sin excepción. La extracción de la cajeta se hace por lo general, con la punta del dedo índice; otros lo muerden o lo sacan con una pequeña astilla. Debajo de las uñas se alojan, entre la mucha suciedad, miles de huevos de parásitos, sin mencionar los que acuden al baño y no se lavan las manos.

El chimó desprotege al estómago del efecto alcalino de la saliva, que contribuye a inhibir la acidez excesiva. Este desperdicio de saliva puede inducir o facilitar la gastritis, aunado a la pérdida del apetito en la mayoría de los adictos. También se absorbe en considerable cantidad a través de la mucosa sublingual, con la mayoría de los componentes nocivos del tabaco, incluyendo la nicotina; entra al torrente sanguíneo, luego a las neuronas, enervando la mente, debilitando la inteligencia y menguando los reflejos. A los consumidores de la droga se les hace difícil dilucidar problemas, asimilar nuevas enseñanzas y crear ideas innovadoras. A nivel fisiológico causa un aceleramiento casi imperceptible, pero real, de los latidos del corazón, contribuyendo a una vejez prematura y deterioro visible en todo el organismo. Un adicto que muera a los ochenta años, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que ha podido vivir hasta los noventa y cinco, y más años. Así de sencillo: él le quita a su aliado al menos diez años de vida. Yo lo llamo el vicio de la muerte lenta, que siempre cobra una víctima prematuramente.

 Si deseamos comprobar el daño que el chimó ejerce sobre el corazón, podemos realizar dos pruebas muy convincentes. Le tomamos el pulso y la tensión arterial a un masca chimó; luego le pedimos que se coloque en la boca una pequeña ración del potencial veneno; diez minutos después le tomamos el pulso y la tensión, y con toda seguridad estos valores habrán aumentado. El pulso que ha podido estar en 65 latidos por minuto alcanzará la cifra de 85 y más. La tensión que también ha podido estar el 120-80 mmHg (milímetros de mercurio) puede fácilmente llegar a 135-85(90) mmHg. Y estos valores suben en tan sólo diez minutos y estando la persona en reposo.

Se ha comprobado que una persona que empieza a mascar chimó a los veinte años, diez años después presenta una leve hinchazón del corazón, que seguirá en aumento si el vicio no se detiene. La prueba es muy sencilla. Al inicio se toma una Rayos X, y la otra, diez años después. La diferencia en el tamaño es notable.

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Les recomiendo a mis amigos del mundo visitar la página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org/es
Mi segundo Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com

Y como un regalo especial los remito al artículo: “Una Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.

Arismendi, 03-06-2009
                                                               Zordy Rivero, Cronista

lunes, 1 de junio de 2009

NARRATIVA

Recuerdos del Gadín

El Gadín es un caserío que pertenece a la parroquia Guadarrama del municipio Arismendi. Lo más llamativo en invierno es el caño El Gadín, en cuyas aguas conviven el galápago, el babo y la culebra de agua, llamada también anaconda. Abunda tanto esta última, que a los pocos minutos de recorrer sus orillas se nos hace familiar.

Recuerdo que a la edad de ocho años mi madre me envió a casa de mi hermano mayor -que vivía cerca del caño- para que pasara las vacaciones de agosto. A los pocos días mis hermanos Adhely y Rafael me visitaron cuando iban hacia Guadarrama. Me invitaron a bañarme en el caño, aprovechando que mi hermano no se encontraba en casa, y yo alegre hasta más no poder los acompañé. Me entregaron un cuchillo que me ajusté a la cintura con un guaral; ellos también hicieron lo mismo.

-Si te agarra una culebra de agua -dijo Rafael-, sacas el cuchillo y la puyas hasta que nosotros te auxiliemos.

Entré al agua con recelo, pero al poco tiempo me había olvidado de un posible peligro. Durante toda la tarde estuvimos bañándonos y jugando. Afortunadamente no sucedió nada.

A la caída de la tarde regresamos a la casa. Mi hermano Reinaldo estaba en el patio, hachando un rolo de leña. Nos preguntó:

-¿Se bañaron en el caño?

-Sí, de allá venimos -dijo Rafael.

-¡Carajo chicos! en verdad los felicito -dijo molesto-. Si a ustedes no se los come un caimán o se los traga una culebra de agua, van a llegar bien lejos.

Cuarenta años después mi hermano Adhely escribió un hermoso libro de poemas titulado Tierras de Gadín, donde recoge vivencias y recuerdos de aquellos lugares de la infancia. Tal vez no hemos llegado muy lejos, pero sí estamos entrando en una edad madura con los recuerdos del Gadín a cuesta.
Zordy Rivero
Adi, 01-06-2009

domingo, 31 de mayo de 2009

PELIGROS DEL USO DE LAS PLANTAS MEDICINALES EN NIÑOS

A mediados de la década de los años 90 del siglo pasado ocurrió en la ciudad de Valencia un hecho que conmocionó a la sociedad entera. Una lactante que no llegaba a los seis meses de edad fue llevada por la madre a un médico de la ciudad, presentando una diarrea aguda. El galeno, después de revisar a la niña le mandó un antibiótico y suero de rehidratación oral, además de las recomendaciones dietéticas y de observación por si aparecían nuevos síntomas.

Tres días más tarde la niña moría y era ingresada a la morgue del hospital Central de Valencia, donde se le practicó la autopsia. Esta reveló muerte por insuficiencia renal aguda. En el transcurso de tres días los riñones habían dejado de funcionar sin un motivo aparente o justificable. Se descartó la deshidratación, porque en ningún momento llegó a tal extremo. Se citó al médico que la vio por primera vez, y ante una junta médica se determinó que la dosificación del antibiótico se correspondía con el peso y edad de la pequeña paciente. No se observaron signos que pudieran hacer pensar en una posible alergia o un shock anafiláctico.

Ante la ausencia de toda evidencia, el médico fue inculpado, pero sin argumentos suficientes para ser juzgado y encarcelado -como era la pretensión de los padres de la niña y de otros sujetos cercanos a la familia-, quienes veían en el profesional una amenaza para la sociedad. Ocurrió lo que reza el conocido refrán: del árbol caído todos quieren hacer leña.

Al final vino la salvación para el médico, quien en ese momento era investigado por la policía del Estado. A un miembro del departamento de toxicología del mismo hospital se le ocurrió realizar un examen toxicológico, poco antes de que el cuerpo fuera sepultado. El examen reveló la presencia en sangre y tejidos de una sustancia llamada Tanino, un veneno que se encuentra en algunas plantas supuestamente medicinales. En ese instante la investigación de la policía se orientó hacia los familiares de la infortunada. Confesaron que una vecina le había dado de beber a la enfermita un guarapo hervido de Palotal, para que se le parara la diarrea. Esta planta tiene un alto contenido de tanino, causante directo de la muerte de la niña.


Zordy Rivero

viernes, 29 de mayo de 2009

BIENVENIDOS AL LLANO VENEZOLANO

A partir de los días venideros les iré informando sobre distintos tópicos de la vida del Llano; sus creencias, mitos y leyendas. Hablaremos de las costumbres del llanero; sus picardías e ingenuidades. Les aseguro que va a ser una experiencia única. También les daremos a conocer sus paisajes, gentes, fauna, flora silvestre y sitios turísticos, haciendo referencia especial al Llano Arismendeño.

Zordy Rivero

miércoles, 27 de mayo de 2009

VIDA SALUDABLE

¡Cuidado con la Sábila Casera!

En nuestras comunidades se le considera a la Sábila como una panacea: la planta que lo cura todo. Y tiene mucho de cierta ésta aseveración. No obstante, es bueno aclarar que existen unas trescientas especies distribuidas por todo el planeta, siendo la más conocida la Aloe vera, Aloe barbadensis o también llamada Aloe vulgaris. Sólo un botánico experimentado sería capaz de diferenciar una especie de la otra. Mi recomendación es que se le dé a la sábila un uso externo, donde se obtienen excelentes resultados, especialmente en las quemaduras de piel de primer grado, causadas por el sol y el agua caliente. Que ¿cómo lo logra? A través de sus propiedades antibacterianas, antivirales, antimicóticas y de regeneración tisular, facilitadas por sus componentes enzimáticos, vitamínicos, además de muchos minerales. El ejemplo más demostrativo lo tenemos en el Maestro Jesús, quien después de haber sido bajado de la cruz, pasada las cinco de la tarde, le masajearon su cuerpo magullado y sangrante con sábila y mirra, y luego lo envolvieron en una túnica... que lo devolvió a la vida al tercer día.

Por desconocimiento o ignorancia, o por el consejo apurado de algún chamarrero no autorizado, que tanto abundan en los pueblos llaneros, hay pacientes que ingieren el cristal de sábila licuado por tiempo prolongado, sin saber que a través de dicho jarabe están metiendo en su organismo un alto contenido de látex, iodo y otras sustancias tóxicas o no medicinales. La consecuencia principal es que el remedio termina siendo peor que la enfermedad. Uno de los primeros síntomas es la pérdida de peso en el paciente: Enflaquece de manera continua y visible; los latidos del corazón se aceleran significativamente, aun en reposo. Muchos órganos internos y glándulas se alteran, mostrado un mal funcionamiento, y en especial la tiroides, quien es la que más sufre por el iodo de la sábila.

Actualmente existen laboratorios en países avanzados que envasan el jugo de sábila después de extraerle las sustancias tóxicas. Lo recomiendo confiadamente para el tratamiento de la úlceras estomacales y gastroduodenales. Muy buena para los constipados. También se consiguen presentaciones en cápsulas. Ya saben, la sábila cultivada en los patios de las casas démosle un uso exclusivo externo. Y para obtener una buena presentación en jarabe o capsula, preguntemos por la procedencia y registro sanitario del laboratorio que la procesa.
Arismendi, 27-05-2009
Zordy Rivero