El once de marzo de 2011 un terremoto de 9 grados de
magnitud -el mayor en 140 años en ese país- seguido de un tsunami asoló Japón,
causando la muerte de más de 18.500 personas, además del desastre de la Planta
Nuclear de Fukushima, que aún sigue generando problemas.
"No es una coincidencia que los únicos países
donde se matan ballenas con fines científicos sean aquellos interesados en
crear mercados de carne de ballena. El programa científico de ballenas de Japón
ocasionó la muerte de cientos de ballenas en 2009. El gobierno japonés no esconde el hecho de
que, una vez estudiadas, las ballenas serán despedazadas y su carne vendida”. (Cita de BBC Mundo)
Ballena en
su Ambiente Natural
Es bueno que
el mundo sepa que EL AZAR NO EXISTE,
y que en aquel entonces los japoneses se habían negado a firmar un convenio
internacional de no seguir matando
ballenas y delfines sin ninguna razón, argumentando que era sólo con fines
de investigación. El terremoto causó que
toda la flota ballenera del Japón quedara bajo el mar. Repito, ni un solo barco ballenero sobrevivió a
ese desastre inconmensurable.
El lunes 21 de noviembre de 2016 se presenta una nueva advertencia para este país insensible -que se niega a respetar a
estas hermosas criaturas de Dios- con un terremoto de 7,3 grados en la escala
de Richter. Se espera que esta vez el gobierno
japonés sea más razonable y desista de seguir matando a estos benditos
seres inocentes.
Valencia, 22-11-2016
Zordy Rivero
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