“El
22 de octubre de 2010 la Gaceta Oficial n° 35.936 emite la resolución 064,
donde el Ministerio del Poder Popular para la Educación determina que el Grupo
Escolar “Unión” de Arismendi cumple con los requisitos y condiciones necesarias
para tramitar el epónimo “María Torrealba de Ochoa”.
De
conformidad con lo establecido en la resolución n° 063-064 de fecha del 21 de
octubre de 2010 publicado en Gaceta Oficial n° 35.936 de fecha del 22 de
octubre de 2010 se propone con el epónimo “María Torrealba de Ochoa” al plantel
oficial público, ubicado en la calle 8 de diciembre de Arismendi municipio
Arismendi del Estado Barinas.
Epónimo:
María Torrealba de Ochoa
Número
de registro: 243
Fecha:
01-03-2013”.
El
07 de febrero del 2014, en horas de la tarde, asistí con la secretaria de la
oficina del Cronista, Liliana González, a la Escuela “María Torrealba de Ochoa”.
Tuvimos la ocasión de compartir con maestros de la institución: jubilados,
activos y muchos alumnos. También hicieron acto de presencia el presidente de
la Cámara municipal, Eduardo Garrido, el director de Salud de la Alcaldía, Alí
Yajure y el locutor y director de la emisora La Voz de Arismendi 95.5, Eliezer Liscano. Desde Valencia acudieron
todos los hijos de la maestra María Torrealba, incluyendo su esposo en vida, José
Venancio Ochoa.
Realizamos
varias entrevistas, siendo la primera con el maestro Quico Rodríguez, docente
jubilado:
Zordy:
Maestro Quico, usted que trabajó tantos años con la Maestra María Torrealba,
¿qué nos puede decir sobre el nuevo epónimo de la Escuela?
Maestro Quico Rodríguez:
Hoy es una fecha memorable, muy especial para Arismendi, porque se está
reconociendo a una excelente docente con una sensibilidad humana increíble, y
que en su época dio todo por la educación de esta parroquia. Creo que se está
haciendo historia y para nosotros es sumamente grato este reconocimiento. Ella
vino desde Villa de Cura solamente a trabajar por este pueblo y a levantar una
hermosa familia.
Zordy:
¿Qué fue lo que más le impresionó de ella como maestra y directora del plantel?
Maestro Quico Rodríguez:
Yo aprendí muchas cosas buenas trabajando en su compañía. Yo que tengo una gran
facilidad de copiar lo bueno de las personas, asimilé varias lecciones de la
maestra María. Ella enseñaba dando el ejemplo. Era toda su persona un buen
ejemplo viviente. Yo laboré a su lado aproximadamente quince años.
Zordy:
Concejal Manuel Hernández, le agradecemos su opinión sobre este evento.
Concejal Hernández:
Este nuevo nombre me parece muy valioso para la escuela y el pueblo de
Arismendi, y los familiares de la maestra María Torrealba de Ochoa. De este modo
se reivindica a una persona que dio todos sus años de servicio a la institución,
como maestra y directora. Quiero destacar que aunque no fui alumno de la
maestra María, a todo niño le queda un recuerdo, un aprendizaje significativo.
Recuerdo que estando yo en el tercer grado, entró la maestra María a nuestra
aula y nos enseñó con mucha paciencia, cómo hojear y usar un libro sin
deteriorarlo.
Sabemos
que Arismendi ha dado muchos maestros ilustres y ojalá quiera Dios que en los
próximos años muchas escuelas del pueblo y del campo puedan llevar el nombre de
estos maestros, que sería una manera de honrarlos.
Zordy:
Maestro Carlos Lara, ¿cuál es su opinión sobre el nuevo nombre del plantel?
Maestro Carlos:
Buenas tardes y gracias por la entrevista. La idea de un epónimo surge a raíz
que nuestra escuela tenía un código que pertenecía al estado Cojedes. Esto era
un problema porque cuando íbamos a Barinas a solicitar recursos para un mejor
funcionamiento, nos mandaban a Cojedes,
luego desde Cojedes nos volvían a remitir a Barinas. Éramos de todos y
de nadie. Al gestionar el nuevo epónimo y por votación de la mayoría de los
docentes, se propuso el nombre de la maestra María y hoy lo estamos celebrando.
Ha sido todo un éxito.
*
Al
entonar las gloriosas notas del himno Nacional se dio inicio a la celebración,
con la animación de la maestra Zulay Montero y el concejal Manuel Hernández.
Hablaron los maestros Quico Rodríguez, Carlos Lara, Neida Quiñones, José Ochoa
y un hijo de la maestra María. Contaron sus experiencias de trabajo,
convivencia y amor al lado de un ser tan especial. Una estudiante interpretó la
Polichinela, una canción escenificada, y otra niña recitó un poema en honor a
la homenajeada. Fue una velada muy emotiva y llena de amor.
*
“María Torrealba de Ochoa
Que Dios te tenga en la gloria
Hoy te brindan homenaje
Por tu larga trayectoria
Que dejaste en tu legado
Para quedar en la historia
Sembrado como algo bueno
Con optimismo y euforia
Con humildad y con cariño
Con pasión consoladora
Por eso maestra María
Ejemplo de luchadora
Como esposa y como madre
Fuiste toda una señora
Brindando siempre tu amor
A tus queridas personas
A tu pueblo y a tu gente
A tu tierra soñadora
Con elevada conciencia
De toda una educadora
Con principios y valores
Ejemplos de una cultora
Que puso todo su empeño
Dedicando tiempo y hora
Para enseñar a su pueblo
Como una progenitora
Que quiere para sus hijos
La bendición salvadora
Del Santísimo Supremo
De la Divina Pastora
Que se induzcan por lo bueno
Con respeto a las personas
Para nuestros semejantes
La cultura que valora
Toditos estos principios
Fueron tu alma soñadora
Por eso con gran orgullo
Te pedimos en esta hora
Que mi Señor te cobije
Con su mano sanadora
Para que tu ejemplo siga
Esparcido y sin demora
Por toda la geografía
De esta tierra emprendedora
Donde nació la cultura
Con lazos de una cultora
Que se vino desde Aragua
Al lado de una señora
Que le brindó protección
Como su progenitora
Fue doña Zoila Gamero
Recuerdos que se valoran
Para que sirvan de ejemplo
Sobre todo en esta hora
De tantas desigualdades
De reconcomios que afloran
Por eso con gran orgullo
Mi pueblito lo enarbola
Que nuestro grupo escolar
Lleve el nombre desde ahora
María Torrealba de Ochoa
Oh mujer trabajadora
Que tus hijos y familia
Sientan una gran euforia
Tu esposo José Venancio
Reciba para la historia
Este humilde pergamino
Escrito con mucha honra
Para la maestra María
Humilde madre y señora”.
José María Herrera Sánchez
A la salida del plantel hablamos con
José Venancio Ochoa. Nos contó algunas remembranzas de la época: “Llegué a
Arismendi en el año de 1963 enviado desde Calabozo por mi padre Félix Humberto
Ochoa, para trabajar en La Polar. Yo procedía de Valencia donde vivía mi
familia. Al encontrarme en un pueblo tan apartado de la civilización, con
muchas deficiencias en los servicios públicos, pensé que la única manera de
salir de aquí (Arismendi) era inscribiéndome en el servicio militar
obligatorio, pero me excluyeron por el trabajo que prestaba a La Polar, de
manera que poco a poco me fui encariñando con el pueblo. Empecé a comer en el
restaurant de Chicho Chirimelli y allí conocí a María y en ese lugar nos
enamoramos; una de las cosas que me llamó la atención de ella era que al
regresar del trabajo, luego de cambiarse, se metía en la cocina a ayudar a su
mamá, cuando otras mujeres sólo piensan en reposar. En ese tiempo estudiaba
María en Barquisimeto. Aquí en Arismendi conocí a personas que fueron como mis
madres: Mercedes Valera, doña Kalistra, doña Leonides. Yo no tenía ningún
vicio, no fumaba ni tomaba. Las señoras de aquel entonces me daban sus hijas
para que las llevara a las fiestas, y después me tocaba a mí repartirlas casa
por casa”.
“Luego
empecé a trabajar en la oficina de circunscripción militar por el ministerio de
la Defensa donde estuve casi treinta años. Yo era el encargado de inscribir a
los nuevos reclutas. También trabajé como juez por un tiempo”.
Zordy
Rivero, Cronista