viernes, 14 de abril de 2023

DIARIO DE SUIZA 6

 Viernes 28

Paul y yo salimos temprano de casa, y después de un recorrido de 40 kilómetros llegamos a la residencia de Vera María y su esposo. Nos esperaban, de modo que bajamos del auto a saludar a su esposo, y Paul a entregarles una andadera para su nieta. Volvimos sobre nuestros pasos con Vera María y su hija Sol Victoria, de seis meses de edad. Cuando empecé a pensar en el destino del viaje, Paul me dijo que iríamos a Einsiedeln, donde existe una Iglesia antigua y un monasterio Benedictino. La temperatura estaba sobre los 15° centígrados y tuve que aceptar un par de guantes de mi amigo, para que no se me enfriara el cuerpo excesivamente, y de ese modo evitar una hipotermia. Entramos a la Iglesia y me pareció impresionante por las innumerables figuras humanas y de ángeles, llamativas, incrustadas en distintos lugares de sus monumentales columnas y paredes. En la parte central de la Iglesia se destaca una Virgen negra, hermosamente ataviada y a decir de Paul, posee muchos devotos en el país.

En el interior se debe permanecer en silencio, por respeto a las personas que se encuentran rezando o haciendo plegarias. Bajamos una escalera hasta llegar a un espacio más privado, donde se casaron dos amigos nuestros, Peter y Rita, a quienes yo les debo en gran parte este viaje. Allí permanecimos un buen rato, sentados, imaginando la ceremonia de hace muchos años atrás. Al salir fuimos a una panadería a tomar café, acompañado con un pan delicioso de la localidad. Paul me contó sobre el origen del nombre de su hija. “Cuando ella nació en casa, como un parto natural y normal, la partera se quedó impresionada al mirar la placenta, cuya forma era igual a la de un corazón, y sabiendo que ese era el símbolo de la Madre María, decidieron llamarla Vera (verdadera) María. Y en verdad que Vera María es un ser muy especial por su trato sencillo y humilde, adornado de una sonrisa que siempre aparece a flor de labios.

Estoy orgulloso de la amistad que me une a estos seres especiales. Vera María es una partera profesional, y mientras conversábamos me dijo que en cuanto su hija estuviera un poco más grande, empezaría a estudiar, a realizar una maestría en la universidad, la cual le permitiría dar clases a nivel superior. Sabiendo que es una apasionada del Parto Natural —ella misma parió en su casa—, le propuse que, posterior a su especialización me gustaría compartir con ella la autoría de un “Manual Práctico de la Partera”. Ella sólo sonrió y en ese momento le pedí a Dios que me diera suficientes años para realizar ese sueño. Recordé a mi hija Yelitza, quien en momentos parecidos me dice: “Soñar no cuesta nada, papá”, pero yo ahora recuerdo un refrán muy conocido en mi tierra: “Amanecerá y veremos”.

Caminamos hacia un negocio que venden todo tipo de recuerdos con sentido espiritual; desde una cruz, libros, rosarios, música, hasta envases de vidrios para llenarlos con agua curativa.  Yo compré siete medallas con la efigie de un Santo, cuyo poder de protección es muy conocido en la zona. Al igual que en otras ocasiones Paul no me permitió pagar. Me dijo: “No te preocupes, Zordy, tú eres mi Banco”.

Finalmente atravesamos el monasterio, rodeado de caballos corpulentos con caras de sueño. Subimos una cuesta hasta llegar a una plazoleta con la estatua de San Damiano. Nos tomamos varias fotografías. Al fondo y bien abajo se mira un lago, en cuyas aguas se pasean embarcaciones menudas.

De regreso a casa le dije a Vera María que le dijera a su padre que deseaba escribir una biografía suya. La respuesta de Paul fue que lo que verdaderamente tenía que realizar en su vida todavía estaba por hacerse… lo vislumbraba en el futuro. Aunque a mi modo de ver ya ha hecho bastante por el planeta Tierra, a través de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales” desde hace ocho años. Y con la apasionada dedicación a su trabajo, sé que logrará cualquier proyecto que se proponga.

Paul es un ser muy humilde y sencillo, digno de imitación. Que ¿cómo lo ha logrado?; quizás a través del estudio, de las experiencias de su ya larga vida, o del silencio que dice más que las palabras.

Zordy Rivero

domingo, 2 de abril de 2023

DIARO DE ZUIZA 5

Jueves 27

Paul y Elisabeth me dijeron que el viernes iríamos a dar un paseo, y que tendría la ocasión de ver a Vera María una de sus hijas. En el Congreso conocí a Valentina (otra hija), una joven muy amable, cariñosa y servicial, que está aprendiendo español.

“Mañana tendrás la oportunidad de hablar español todo lo que quieras, Zordy”, me dijo Elisabeth.

Yo se lo agradecí con una sonrisa.

Zordy Rivero