Domingo 23 de octubre de 2022
A mi llegada a Caracas el sábado 15 de octubre de 2022 —en horas de la tarde— mi amiga Orietta Palenzuela me
buscó en el terminal de pasajeros “La Bandera”, y me llevó a su casa donde me
brindó hospedaje hasta el día de mi partida. Siempre atenta y servicial. El
martes 18 en la mañana, Adriana Gallardo y Plinio me pasaron buscando y me
llevaron al aeropuerto de Maiquetía, y permanecieron cerca de mí hasta que
ingresé al área interna para el abordaje a las 10:00 am. A las 10:30 despegó en
avión y tras 11 horas de vuelo llegué a Estambul.
A Zúrich arribé a media mañana del miércoles 19.
Mi viaje fue excelente sin ningún inconveniente. Sólo en Estambul me
sentí un poco desorientado para dar con la sala de espera del vuelo hacia
Zúrich. En ese instante invoqué a mis ángeles pidiendo orientación, y a los
pocos momentos apareció una joven trabajadora del aeropuerto que me dijo que la
siguiera, luego me señaló el lugar del abordaje; me despedí de ella
expresándole mi gratitud con una venia, y también a los ángeles que me
asistieron.
A mi llegada al aeropuerto de Zúrich me recibieron Marion y Martin
Mayer; al verme se me acercaron y me abrazaron en señal de bienvenida. Me
entregaron una bolsa contentiva de agua, manzana, galletas y chocolates, que
bastante necesitaba después de casi 19 horas de viaje, incluyendo las horas de
espera. Mi sincero agradecimiento a estos dos hermanos tan especiales. Luego
nos dirigimos al hotel Movenpick donde tenía una reservación, gracias a la
benevolencia de Paul Probst y otras almas caritativas que contribuyeron conmigo
para que este viaje se hiciera realidad, y pudiera estar en este magno evento: 25°
Congreso Internacional Mundial “Nuevas Preparativas Científicas”. A la entrada del hotel me recibió Paul
Probst, con quien me tomé una fotografía para el recuerdo. Luego me acompañó
hasta la habitación donde me entregó dinero para mi comida, hasta el comienzo
del Congreso.
Conocí a Paul Probst a finales de 2019 cuando nos visitó en Caracas
—acompañado de su hija Vera María, quien habla un fluido español, el cual
aprendió en Zúrich y en Colombia. El motivo de su visita era participar en el
Primer Seminario Internacional “Nuevas Perspectivas Científicas” de La
Fundación Mundial para las Ciencias Naturales a celebrarse en Caracas los días
23 y 24 de noviembre del año arriba mencionado, organizado por Eduardo González
y un grupo de amigos incondicionales. Después del Seminario tuvimos la ocasión
de visitar —con Paul y Vera María El Ávila—, en compañía de Orietta Palenzuela,
Juan Dueña, Víctor Montemayor, César Ríos. Subimos en el Teleférico con la
intención de ver el hotel Humboldt, el cual estaba cerrado por remodelación, o
al menos fue lo que nos dijeron la guardia de custodia. Allí en le cima conversamos,
comimos y nos fotografiamos. Para mí fueron momentos inolvidables.
En el hotel Movenpick compartí dormitorio con mis amigos José de
Almeida del Perú y Juan de Dios Sierra de Colombia. Tuve la oportunidad de
conocer a José Gabriel Orea de Madrid, quien me acompañó a dar un paseo por el
Centro Comercial, alrededor del hotel.
Mientras duró el Congreso tuvimos las tres comidas en abundancia y variada.
El domingo por la tarde, al finalizar el evento todos regresamos a nuestros
dormitorios, unos a recoger sus maletas para emprender viaje a sus lugares de
origen, y otros a reposar, quizás por unas horas más. En esta ocasión Paul se
me acercó y me dijo que al día siguiente tendría la oportunidad de conocer el
Lago Brienz. Me facilitó dinero para mis gastos. Se lo agradecí de corazón.
El jueves 20 a las 3:00 empezó la inscripción para el Congreso, y se
nos hizo entrega de un sobre contentivo de un cuaderno de resorte, un bolígrafo
de madera, un programa de dos hojas elaborado con papel de pasto, donde se hace
una breve reseña biográfica de los expositores, una escarapela con nuestro
nombre, el de nuestra ciudad y país de origen.
A las 7:00 pm El Reverendo Deán Paul Probst —Padre de seis hijos
(cinco hembras y un varón y de seis nietos), inauguró el evento con la
participación de 244 asistentes, venidos de 31 países del planeta: Nueva
Zelanda (a más de 18 mil kilómetros de distancia), Perú (6.660 km) Colombia
(8.794), Venezuela (8.750), Curazao, Canadá, Estados Unidos, Ucrania,
Inglaterra, Lituania, España, Reino Unido, La República Checa, Holanda,
Austria, Alemania, Suiza…
Paul Probst, de 73 años de edad, destacado deportista en su
juventud, cuenta ahora con más de 30 años como naturópata experimentado. Es
sacerdote ordenado, con amplios conocimientos y experiencias, que le permiten
dirigir de manera competente, “The World Foundation for Natural Science”, como
su Presidente para Europa desde hace ocho años. Posee además la facilidad de
comunicar a las personas la correlación existente entre ciencia y religión.
Disertaría en sus dos Conferencia iniciales sobre:
“¡APERTURA DE NUESTRO CONGRESO DE 2022!” y
“LA VERDADERA CIENCIA DE LA VIDA”.
Él mismo se hace las siguientes preguntas: Pero ¿qué es la
Verdadera Ciencia? ¿De qué fuentes se origina? ¿Está la ciencia al servicio de
la vida en esta Tierra? Si no es así, entonces ¿a quién sirve? Y si se
consiguen respuestas ¿son siempre válidas a partir de ahora?
Al fondo del salón se observan tres cabinas de traducción simultánea
del inglés, alemán y checo; y en último minuto se habilitó la cabina para el
español. En un lugar aparte, un grupo traduciría al ruso.
Transcribiré parte de los dos discursos de Paul Probst porque me
parecieron sumamente interesantes, sobre todo por lo novedoso de sus
planteamientos:
“Buenas tardes a todos. Bienvenidos a Suiza, a este Congreso número
Veinticinco. Oh, cuanto hemos esperado este momento, tres años para ser
preciso. En 2019 fue nuestro último Congreso exitoso. Me alegra mucho poder ver
a viejos amigos.
“Existen muchas cosas que están sucediendo en el mundo que no son
buenas, pero queremos presentar soluciones. Y es importante que lo que estamos
compartiendo, salga al mundo, que el mundo se entere de lo que estamos hablando
aquí.
“Se pueden descubrir muchas cosas cuando se miran con ojos
diferentes. Estén abiertos a todas las posibilidades. Casi siempre son detalles
pequeños que uno piensa que los sabe, dejando ir algo que es importante,
perdiendo una oportunidad de aprender. Pero no crean todo lo que yo les digo,
solamente acéptenlo, examínenlo y comprueben qué es lo verdadero. Y si ustedes
no lo examinan y no comprueban lo que es verdadero, no pasaría de ser una
creencia. Deben experimentarlo para que sea de ustedes. Siglos atrás la
religión, la Biblia, decían qué era lo correcto, y tenías que creerlo; incluso
en aquella época a la mayoría de las personas no se les permitía leer la
Biblia, además que estaba escrita en latín. Hace unos 500 años se empezó a
traducir e imprimirse. Después, más recientemente se nos enseñó a creer en lo
que decía la ciencia. Se nos dijo: lo que dice la ciencia es lo verdadero. Es
la razón por la que necesitamos la vía o el camino del medio.
“Traigo el recuerdo del doctor Peter Leach-Lewis, quien fue el
fundador de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales” el 10 de febrero
de 1993, y a su partida hace diez años nos dejó un legado, y ahora continuamos
recorriendo su camino, prolongando sus pasos. En 1994, en el Congreso de Lindau
Peter dijo: Si tú quieres hacer algo en este mundo, debes tener esa fuerza
interna que es tu conciencia. Y no se trata de la religión. No importa a
que religión perteneces ya que el termino religión significa volver de nuevo a
la ley. Alguien hizo esta ley, pero ¿quién?
“Si quieres cambiar algo en este mundo tienes que respetar a las
personas que están a tu alrededor. Albert Einstein dijo: La ciencia sin la
religión está coja, y la religión sin la ciencia está ciega. Somos células
en el cuerpo de nuestro Creador. No sé cuál sea tu idea de Dios, pero me
gustaría hablarte de esa fuerza. Hace mucho tiempo la gente adoraba al sol; el
sol era tan cercano al hombre, incluso más que Dios mismo. Recuerdo que en mi
juventud me gustaba levantarme muy temprano y encaminaba mis pasos hacia la
pista de patinaje. Llevaba mi comida, y permanecía mucho tiempo en el hielo. En
la pista, a las nueve de la mañana, a una temperatura de 20° C esperaba la
salida del sol, y era una experiencia asombrosa, única. Es todo un espectáculo:
los animales se levantan, el gallo canta, los niños se alistan para ir a la
escuela, corren, gritan, bailan y la vida renace. Me gusta mucho estar en
Suramérica por su calidez, hay tanto sol. Por eso debemos ser tan agradecidos
del sol, que nos da esa energía, esa sabiduría. Sin el sol no existiría la
ciencia, ni la vida. La luz comienza a dar vida. Todo viene del sol; incluso el
oro es luz de Dios condensada. Todo lo que vemos es luz condensada, y cada vez
nos estamos acercando más al sol. Y sobre todo, no le demos poder a las fuerzas
adversas ni demos nada por sentado.
“Con frecuencia nos preguntamos ¿por qué nació la religión?, y la
respuesta es: por el miedo. Por ejemplo, cuando en Hawái ocurre una explosión y
se manifiestan las fuerzas en el volcán Kilaue, la gente siente miedo. Pero lo
que sucede es que nace nueva tierra, que viene del fuego, que a la vez viene
del sol, y nosotros somos parte del sol. En nuestros corazones existe un fuego
inteligente que nos da vida, siendo el corazón el órgano que irradia la mayor
energía, que calienta nuestro cuerpo, y es la razón por lo que nosotros
hablamos tanto del corazón. Cuando nos abrazamos o tocamos, sentimos esa
energía vibrante que emitimos y recibimos. A veces le tenemos miedo a esas
fuerzas que conviven con nosotros. Sólo tenemos que aprender a manejarlas. Pero
no es a través de la pantalla de un teléfono que nos comunicamos, sino a través
de nuestros corazones.
“En los pueblos de Occidente se respeta más a los científicos que a
los sacerdotes, pero esos dos mundos dentro de un mundo (el de la ciencia y la
religión) manejan el mercado, y son esos dos mundos, cuando trabajan juntos,
los que se han convertidos en un poder que está matando a la Madre Tierra,
haciendo las aguas impotables, contaminando el aire hasta no poderse respirar,
envenenando los suelos, las plantas, los peces con sustancias químicas. Y todo
esto ocurre, o por deporte o por avaricia. Tanto se han alejado la ciencia, el
pastor o el sacerdote de la gente, que no tienen mucho que decir. Quizás en el último
instante de la vida de una persona —ante una enfermedad incurable— el sacerdote
puede ser solicitado. Aunque quizás la última esperanza recaiga sobre el
naturópata, como un salvador o liberador, sin darse cuenta que su liberador o
salvador está dentro de ellos y no fuera, pero no es visible y no se puede
demostrar… yo les podría contar tanto sobre eso.
“Nosotros buscamos mujeres y hombres sinceros, que estén conscientes
de que somos creado por Dios Todopoderoso, ¿y por quien más? No podemos ver al
ser humano fuera de la naturaleza; es parte de ella. Somos regidos por las
mismas leyes. ¿Cuál es la diferencia entre una persona y un árbol? La única
diferencia es que el árbol no puede saltar, ni caminar, ni moverse, pero en
esencia estamos formados por los mismos componentes.
“La física quántica ha hecho tantos descubrimientos buenos, que ha
llegado a demostrar que alrededor de nosotros existe un 99.9% de nada y esa
nada es nuestro espíritu, del que acabo de hablarles, que está a nuestro
alrededor, pero tenemos que reconocerlo, aferrarnos a él, hacer algo con él.
Para eso estamos aquí, para aprender y hacer algo con eso. Hablaremos sobre el
prana, la respiración, el aliento. La vida que está en el aliento es lo
femenino, y es lo que nos da vida. Lo masculino es el creador, pero la vida la
recibimos de lo femenino, que es lo que nos nutre, es el espíritu Santo y
nosotros vivimos y morimos a través del aliento. Cada minuto pasamos diez,
veinte veces por el proceso de vida y muerte. Hay tantos ejercicios sobre el
aliento, y si vemos el potencial que está dentro de nosotros, a través de la
visualización, con el pensamiento, en combinación con esta creación valiosa de
electrones, nos damos cuenta que todo viene del sol. ¿Habla la ciencia de eso?
Lo escucharán el domingo. La ciencia nos quiere investigar como máquinas,
aislándonos de ese espíritu que somos.
“Ahora, ¿qué hemos aprendidos en la escuela? Todas esos
conocimientos y falsas argumentaciones sólo nos confunden más. Hace tiempo un
profesor mío me dijo: Date por afortunado de que no fuiste deformado, de que
no memorizaste todo eso que te enseñaron en la escuela. La fuerza natural
detrás de la ciencia no se aprende en la escuela.
“Cada día me asombro más de la naturaleza, y estoy tan contento por
esta decoración que se ha hecho en este salón de conferencias. Cuando nos
entendemos a nosotros mismos, entendemos también al Cosmos, porque microcosmo y
macrocosmo son lo mismo. Lo que nosotros podemos diferenciar es lo que es
correcto o equivocado, inmoral o ético, y de eso se trata, que empecemos por allí.
Si hacemos algo equivocado, corrijámoslo y continuemos”.
Paul Probst
Zordy Rivero
04/12/2022