Las Secuelas de la Pandemia se harán visibles y notables en los próximos
años de una manera alarmante, y tienen que ver —por una parte—, con el uso
continuado del tapabocas. Cuando exhalamos aire de los pulmones el
contenido de anhídrido carbónico es bastante elevado, el cual es usado por las
plantas para producir oxígeno, pero si usamos tapabocas estamos volviendo
a respirar ese veneno, sufriendo de manera considerable el cerebro, y todo el
sistema nervioso.
En los años venideros el índice de enfermedades como el Alzheimer y el
Parkinson aumentarán considerablemente, entendiendo que el cerebro es un órgano
muy sensible a las toxinas, incluyendo las del propio cuerpo, por algo posee la
membrana hematoencefálica que lo aísla del resto del organismo. Y en la medida
que el cerebro se deteriora y degenera, este fenómeno ira acompañado de un
envejecimiento acelerado, con el consecuente impacto en la vida familiar.
No es raro que en la reciente pandemia el número de médicos muertos, que
laboraban en los hospitales y quirófanos fue proporcional al uso sostenido y
duradero de tapabocas. Otro de los inconvenientes de inhalar monóxido de
carbono es el debilitamiento o baja del sistema inmunológico, permitiendo que
el organismo quede más expuesto a virus y bacterias medioambientales.
Un cuerpo bien oxigenado por sí solo es capaz de matar y eliminar
bacterias patógenas de un modo muy eficiente y esto nos debería decir algo al
observar personas en algunas poblaciones de la India, practicantes de la
respiración profunda, que jamás en una larga vida han enfermado. Es de saber
que el mismo cáncer no es capaz de resistir o sobrevivir ante un conglomerado
de células saturadas de oxígeno.
He visto a colegas médicos que pasan todo el día en sus lugares de
trabajo con el tapabocas, olvidando la fisiología médica y dando un mal
ejemplo a sus pacientes. En mi caso particular, la primera vez que lo usé me
causó mareo, por lo que desistí de cargarlo en lo sucesivo. Repito: las
enfermedades virales o bacterianas buscan huéspedes con bajas defensas orgánicas
y pobres en oxígeno. Finalmente diré que la mayoría de las muertes acaecidas
durante la pandemia fue debido al miedo, que inhibe nuestro sistema inmunológico;
después viene el anhídrido carbónico que inhalamos a diario, una mala
alimentación y enfermedades degenerativas como la diabetes…
31-05-2022
Zordy Rivero