A lo largo de los años algunas personas se me han
acercado para pedirme que escriba sobre mi vida. Yo les digo que no importa
quién sea yo, sino lo que escribo. Si eso que escribo puede hacer un cambio o
una diferencia en la vida de mis lectores y conocidos, me doy por satisfecho. Algún
día alguien escribirá sobre mí. En mi pueblo natal soy un hombre público y muy
conocido, pero fuera de allí paso al anonimato, al silencio de mi refugio. Soy
poco dado a tomarme fotografías, y este hecha es, quizás, lo que las personas
extrañan de mí. A mí me gusta porque evita que mi ego se infle y comience a
molestarme con su mundo limitado y ambicioso. Además me permite seguir
escribiendo sin tener que responder a las inquietudes de la gente, que son en
su mayoría insaciables como el mismo ego En esencia trato de vivir para los demás y no
para mí; ¡eso es lo que importa!
A los trece años incursioné en el mundo de la
lectura. Leía todo lo que llegaba a mis manos, incansablemente, hasta el punto
que tuve que usar lentes. Ahora ya no los uso porque hago ejercicios oculares
que mantienen mi agudeza visual normal. A los 43 años tenía en mi biblioteca
unos diez mil libros en formato físico; ahora —agregándoles los libros digitales—, alcanzan a
veinte mil. Y a esa edad precisamente me encontré con una Escuela Esotérica a
la cual ingresé (2002) y que me enseñó lo esencial de la vida. Allí me dijeron:
¡Buscador, deja ya de buscar, pues sólo
existe Consciencia y Vibración. No busque nada más, porque nada más
existe! Y allí terminó mi búsqueda.
Entonces me dedique a la creatividad, que es lo que hago hasta el presente.
También me hice sanador. Basándome en ese principio
de Consciencia y Vibración he podido ayudar a mucha gente, ya sea sanándolos
con imposición de manos o a distancia; luego, recuperada su salud, les explico
que nosotros somos creadores de nuestras felicidades y desdichas, y que por lo
tanto, podemos eliminar la situación desagradable al cambiar la vibración de
los pensamientos y sentimientos que permitimos que entren en nuestras vidas. El
año 2012 y 2013 visité la ciudad de Washington DC, invitado por la Escuela
Esotérica a la cual pertenezco, y allí me hablaron sobre el origen del cáncer y
las enfermedades degenerativas. El Chisme es la causante principal del cáncer.
Entendí que el chisme lo era en la medida que es baja vibración; pero también
se puede incluir en la misma el egoísmo, el juicio, la crítica, el rencor, el
miedo etc. El Maestro Jesús dijo en sus días: “Hermano, no juzguéis para que no
seáis juzgado” y el cáncer es la condena por atrevernos a juzgar a nuestro
prójimo. Les regalaré una máxima que me ha sido de mucha utilidad, y es la
siguiente: Toda persona llena de amor en
su corazón, jamás enfermará, pues la enfermedad es un desequilibrio, una
desarmonía por la falta de amor.
*
A mis lectores del mundo les recomiendo visitar la
página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”:
www.naturalscience.org/es
Mi segundo Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com
Y como un regalo especial los remito al artículo:
“Una Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.
Jueves, 28-06-2018
Zordy Rivero, Cronista