domingo, 27 de octubre de 2013

CARTA DE UN AMIGO

A mediados del año de 1995 recibí una carta de don Julián Laya, donde hace referencia a uno de mis libros y asuntos relacionados con Arismendi. Participó en su juventud como colaborador del periódico “Curare”, que apareció en 1944, editado por el profesor Ramón Villegas Izquiel. También fue un colaborador cercano del periódico “El Arismendeño”, publicado por Adhely y mi persona. A don Julián se le conoce por haber fundado una Academia de Inglés en Arismendi, y ser autor de varios libros de coplas, entre ellos, Rastrojo y Tinajero, editados por la universidad de Carabobo. Este año 2013 murió en la ciudad de Valencia. Mi respeto y admiración a la memoria de uno de los grandes hombres que han dejado su huella en la historia de Arismendi.

Deseo compartir esta hermosa carta con la gente de mi pueblo, por su relevancia en cuanto a algunos postulados que nos regala el viejo amigo y que aún tienen plena vigencia. Además, la carta es parte de esa historia que estamos rescatando de los archivos del olvido:



“Valencia, 07 de Julio de 1995

Dr.
Zordy Rivero
Arismendi.

Apreciado amigo:
Posiblemente le extrañe esta carta, pero recordar es vivir dijo un poeta, y el inquieto pensamiento me invitó a escribir.

En la oportunidad de haber visitado nuestro pueblo en compañía de Adhely y Carlos Cadenas, lo hicimos con el más cálido entusiasmo; con el ánimo de cristalizar la idea tuya y de Adhely, de crear un órgano periodístico informativo, que llevara en parte, la cultura que tanta falta hace a los pueblos de las provincias venezolanas, y vio la luz EL ARISMENDEÑO. Sin tener dotes de vidente, de antemano conocíamos nuestra condición de quijotes, y yo, en particular pensaba que tan excelente iniciativa pudiera ser una utopía; sin embargo, no apagamos nuestro farol de caminantes, y dimos el frente queriendo disipar las tinieblas. Nos satisfizo mucho que la semilla quedó en el surco y que germinará cuando el hombre despierte del letargo que por ahora lo envuelve, y piense menos en el lugar donde se pueda encontrar una cerveza bien fría. Los esquemas cambiarán para dar paso a lo dicho por el Libertador: “MORAL Y LUCES SON NUESTRAS PRIMERAS NECESIDADES”.

Otros particulares se vinculan con nuestro tema central: La cultura y sus ramificaciones. Es un deber que nos asiste a todos, reconocer los méritos de muchos hombres de nuestras provincias, que cobijados por una constancia tenaz, han logrado coronar la cumbre sin fatiga, levantándose del nivel ordinario; y nunca será tarde para el reconocimiento. Por lo tanto, recibe, médico amigo, mi más sincero testimonio de ese reconocimiento, que no es un falso halago.

Tú, Zordy, como médico has sido un apóstol de tu pueblo y has penetrado en profundidad, la ética del Código Hipocrático, y has tocado con tu sensibilidad, el corazón del pueblo que te vio nacer.

Nuestra inquietud seguirá siendo como el sol que tramonta la montaña, y nosotros buscaremos su permanente luz, para hacer más fácil el camino de otros. En estos días de nostalgia y de lluvia he releído EL MUCHACHO DEL CHALECO ROJO. Tu narración muy fluida y amena, además de estar familiarizado con los lugares que son nuestros. Tus cuentos, en su mayoría, son dramáticos, y lo comprendo porque no solamente son la realidad de un pueblo, sino la vivencia de un país convulsionado que cada día va cuesta abajo, y no se vislumbra un capitán honesto que arribe la nave a un feliz puerto. ¿Qué puede esperarse de un hombre que llega al hogar dando tumbos, con una botella de caña en la mano, despertando a los hijos, y maltratando a su mujer?

¿Qué se puede decir de niños descalzos, y con la miseria a cuestas, sin alimentación y sin abrigos? ¿Qué lenitivo se le pone a la prostitución que crece como un pulpo? Para estos interrogantes no hay respuestas, cuando la moral camina de rodillas. Por esa lamentable situación, tus cuentos son dramáticos.

Los pueblos del distrito Arismendi, a pesar del olvido -en muchas décadas- por la indiferencia de sus gobernantes, han sido privilegiados: han sido semilleros fecundos que han dado los frutos de sus conocimientos a todo lo largo y ancho del país, en profesionales de las distintas ramas del saber humano: Médicos, Arquitectos, Ingenieros, Educadores, Abogados y hasta poetas. Entonces, nuestro aporte está dado con abundancia, como las semillas del trigo, y así estamos contentos por el deber cumplido.

Yo, Médico (Zordy), añoro con alegría y con un poco de nostalgia a la vez, toda mi época feliz, como lo dijo Dante; no tengo pesadumbres, sino cantos y amaneceres, como los pájaros, que aprenden a querer oyendo el río.

La vida de las ciudades es distinta: el hombre que trabaja, podría compararse con las agujas de la máquina de coser, vale decir, que no está arriba, ni abajo ni en el medio; y cuando llega medio arrecho porque un conductor le ha mentado su progenitora, almuerza de mala gana, se va a reposar, cosa que no logra, porque tiene dos enemigos combinados: el timbre y el teléfono. Suena el primero, y es un vendedor de repuestos para los filtros; repica nuevamente, y es un chico que se le cayó la pelota para nuestro solar o son un par de viejas fanáticas que dicen: ‘señor, estamos vendiendo una revista muy interesante, se llama Atalaya, la cual le habla de cómo debe leer la Biblia, porque estamos en los últimos tiempos’. El teléfono. Es una persona preguntando por Pedrito, marcando un número equivocado, y así sucesivamente.

Para concluir, abundo en comparaciones. Para vivir en las ciudades es necesario tener una paciencia de gato -Adhely te ampliará el concepto-, a quien se lo he transmitido de boca a oído porque no se puede decir en una carta.

Perdona tantas bolserías que contiene la presente, y me despido con un fuerte abrazo fraternal en unión de tu esposa y demás familiares, a quienes deseo salud y bienestar.

Afmo amigo.
Julián A. Laya”


Zordy Rivero, cronista de Arismendi

domingo, 20 de octubre de 2013

PLUMA Y LIRA DE MI TIERRA

Arismendi ha tenido grandes hombres y mujeres que se han destacado en el folclor llanero; algunos quedaron relegados en el olvido  por falta de promoción o por una oportunidad que nunca apareció. En cambio, hubo otros como el conocido poeta Eladio Tarife, que logró trascender los límites nacionales, producto de sus exquisitas composiciones musicales: Española, Amor en el Ruedo, Sueño Latino, Linda Barinas, entre otras.

Mencionaré algunos cantantes y contrapunteadores que se me vienen a la mente,  -la mayoría fallecidos. Ejemplo: Luis Hernández Tarife, Amalio Farfán, Genaro Yajure, Rafael Mirabal, Ramón Daza, Simeón Pérez  (Boca de Candela), José Lozada, Jorge Aponte y Reinaldo Rivero.

Entre los músicos que amenizaban aquellos distantes bailes pueblerinos destacaron: Isidro Mirabal, bandolinista de recia pajuela; Ramón Eliseo y su hijo Ramón, conocido popularmente como Boca é Pilón, ambos arpistas; Ezequiel Lozada, arpista; Rafael Rojas (Cuchurro), arpista de bordón sonoro; los hermanos Terronales (Roso y Genaro), arpistas y cuatristas respectivamente; Ramón María (Negro Mirabal) músico de guitarrón y bandolinista recio; María Josefa Venero, arpista, cuatrista y cantante -mujer completa en estos menesteres; el Catire José Alejo, arpista de sutil tiple; Esteban y Filemón Lucena, arpistas; Cleto Lanzoza, cuatrista completo, Carlos Mirabal, cuatrista, Néstor González, arpista recio y padre de uno de los mejores arpistas de Venezuela: Julito González.

Debo señalar que tuve la gran dicha de presenciar algunos retos de contrapunteadores en la década de los años 70, y unas de las impresiones que me dejó dicha actividad fue que al terminar una porfía, cada quien se consideraba ganador. No había jurado especializado para calificar los mejores versos de estos cantadores natos, sin embargo, los contrincantes tenían sus admiradores (seguidores que vitoreaban sus coplas). Lo cierto es que, al final de la “contienda”, tanto los  ganadores  como perdedores en este difícil ejercicio de habilidad mental, aceptaban con humildad y respeto, la realidad -favorable o adversa- según el caso.  A estos  titanes de la copla recia hay que recordarlos con mucho afecto, porque forman parte del acervo cultural  de nuestro suelo llanero. Le tocaron y cantaron al pueblo con cariño, al caballo, al toro cimarrón, a la mujer amada, a la sabana amplia y hermosa, y a las hazañas del llanero.

Desde el hogar y la escuela deberíamos empezar a conocer, querer y respetar a nuestros cultores, que vienen a representar nuestros valores de pueblo emprendedor.  Espero que la lista anterior se extienda con el devenir del tiempo.

Nota: Esta crónica se realizó con el aporte de información histórica del profesor y abogado Numa Pompilio Pinto Mirabal. Viernes, 16 de agosto de 2013. 
Zordy Rivero, Cronista de Arismendi

lunes, 14 de octubre de 2013

CRÓNICAS

Taller de Actualización 

El 18 de setiembre de 2013 llegaron a Arismendi procedentes de Barinas la licenciada Nohemí Guevara, jefa del Departamento de Enfermería del distrito Sanitario nº 01 del Estado Barinas; licenciada Yajaira Vecchione, Enfermera Coordinadora de Atención Integral del Distrito Sanitario Barinas; licenciado Franklin, Enfermero Coordinador Regional de Vigilancia Epidemiología; ingeniero en Sistemas Rafael Bravo, operador de equipos de computación del Distrito Sanitario.

El objetivo fundamental era impartir un Taller de Actualización del Programa Ampliado de Inmunización el cual se realizó entre los días 19 y 20 de setiembre en el Salón de la Casa de los Ancianos. Asistieron las enfermeras del Ambulatorio Rural Tipo II “Roger Rojas Tarazona” de Arismendi: Licenciada en Enfermería Migdalia Landaeta, Enfermeras Reina Flores, Rosa Valera, Marile García, Senail Córdova, Sara Romero; Clara Cunemo del Ambulatorio El Ubero y William Correa del Ambulatorio Los Conucos, ambos de la circunscripción Guadarrama; Yelis Maluenga de Caño Seco; Elis Pelayo de Palo Quemao. Estuvo presente el Técnico en Zoonosis Ángel David Andrade. También nos acompañaron un grupo numeroso de TSU en enfermería  recién egresados del CULTCA (Colegio Universitario de los Teques Cecilio Acosta) de la misión Sucre, núcleo Arismendi: Ingrid Quintero, Elida León, Suleine Martínez y José Realza entre otros.

Lo más destacado del taller estuvo a cargo de la Lic.Yajaira Vecchione quien expuso sobre la secuencia y regularidad en la aplicación de las vacunas en niños y adultos; la manera de llevar las estadísticas; la perspicacia a la hora de presentarse un paciente con la sospecha de una enfermedad infecto-contagiosa prevenible por vacunas; el seguimiento de los pacientes que se les ha aplicado las primeras dosis pero que necesitan los refuerzos. Habló de los dos tipos de vacunas Antirrábicas y manera de aplicarlas, en casos de mordeduras por perros sospechosos, que en muchos casos son perros desconocidos o callejeros. Con todo su saber y experiencia se explayó por varias patologías de la medicina, explicando sus síntomas, exámenes de laboratorio y posterior diagnóstico.

Toda esta información recibida me llevó a recordar la vez que estuvimos en un Operativo de vacunación en Palmarito, en casa del señor Delfín Ramos, a un día de navegación de Arismendi. Vacunamos y recetamos a toda la población excepto a un hombre, que por motivos inexplicables no quiso dejarse vacunar. Al año siguiente fue el único que murió de fiebre Amarilla. Ya nos habían alertados de que en la zona se habían encontrado monos muertos en número creciente y poco habitual. En casos como el mencionado, priva la creencia religiosa de que ellos son invulnerables a las enfermedades y por tanto no necesitan de ninguna ayuda médica, y en otras situaciones es por la ignorancia.

Este seminario se llevó a cabo gracias a la organización y participación activa de la Dirección de Salud de la Alcaldía, representada por el profesor Alí Yajure, quien dirigió palabras de bienvenida a los participantes. También se hizo presente el señor Martín Aponte, quien se prestó voluntariamente para llevar a la licenciada Nohemí, al licenciado Franklin, a la Dra. Arelis Peña, a la TSU en enfermería Marilie García y a la Socióloga Celina Cordero al pueblo de La Unión, a realizar un monitoreo en una zona “afectada” por la presencia de un caso sospechoso de Tosferina. Entre las actividades realizadas estuvo la vacunación de los pobladores, consultas médicas y charlas con la gente de la comunidad.

Quizás este sea el último Curso en Arismendi dado por estas dos licenciadas de Barinas, ya que este mismo año, con toda probabilidad, serán jubiladas. Supliéndolas en sus cargos quedarán los dos jóvenes profesionales que las acompañaban. Larga vida a estas dos eficientes trabajadoras de la salud del Estado Barinas.

Arismendi, 14-10-2013
Zordy Rivero, Cronista