Siempre vienen a
mi mente los días de estudiante de medicina en San Carlos de Cojedes. Pero en
particular mi amistad con el profesor de medicina Interna Rafael Guevara. En
las muchas ocasiones que pudimos conversar, apartados de las aulas, recuerdo
una conversación en particular:
“Rivero, siempre
que entres a la sala de hospitalización
—previo a la revista—, no olvide preguntarle a los pacientes si ya
están comiendo. Recuerda que un enfermo que ha perdido el apetito, y por ende
no está comiendo es más difícil que recupere su salud. No faltará, a la salida
de la sala que algún familiar lo aborde y le pregunte sobre el pronóstico de un
determinado paciente; con ese patrón en mente usted los podrá alentar o alertar”. Es innegable decir
que me ayudó mucho ese consejo, y que desde ese día mi vida como
estudiante cambió totalmente, pues comprendí que la medicina más que una
ciencia es un arte, pero un arte que se desarrolla con la observación, el
estudio y la experiencia.
En una exposición
sobre gineocobstetricia, el profesor refería una anécdota de un médico de El
Pao, y nos recomendaba que nunca hiciéramos eso. La clase trataba sobre la historia médica en la parturienta. El cuento es como sigue: “Al médico del
pueblo le llega una mujer en 'trabajo de parto'; acompañado de una enfermera
procede a atenderla pero después de una hora de esfuerzos el proceso se
detiene. El médico decide referir a la paciente al hospital de San Carlos. El
chofer de la ambulancia le pide al galeno la referencia; este entra corriendo
al consultorio y rápido regresa con un papel doblado que le entrega al
chofer. Cuando suben a la mujer a la sala de parto el camillero recibe el sobre,
el cual entrega apenas llega, al médico de guardia. Revisa le referencia y lee
solamente una línea que decía: Ojo pelao, muchacho asomao”.
*
A mis lectores
del mundo les recomiendo visitar la página Web de “La Fundación Mundial para
las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org/es
Mi segundo
Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com
Y como un
regalo especial los remito al artículo: “Una
Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.
Viernes, 03-08-2018
Zordy Rivero, Cronista
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