sábado, 6 de julio de 2013

CRÓNICAS

El Chupulún y Otros Negocios de Arismendi

En el año de 1.957 se levantó un negocio en una de las calles principales de Arismendi -a una orilla del río Guanare-, que con el paso del tiempo se hizo muy popular. Estaba construido con paredes y piso de cemento, cuando en el Arismendi de la época predominaban las casas con piso de tierra y paredes de astillas de palma, cubiertas con mezcla de paja y barro. Su dueño era Pedro Bolívar López, mejor conocido como don Pedro Bolívar. El maestro de la obra fue un español llamado Martín Méndez (Musiú Martín).


Se vendía gasolina a los motores fuera de borda que viajaban hacia Guanarito y Camaguán, a llevar productos del campo y a traer víveres. Existían dos Bongos con capacidad aproximada de 10 toneladas cada uno, conocidos como “El Machete”, de Manuel Eleazar Chirinos, conducido por Morochito; y el “Sapo” de Pedro Asunción Rico. En esos días era muy raro que una persona poseyera un motor de uso personal. Una de las peculiaridades más atractivas y dignas de admiración, era que la gasolina se extraía de un tanque subterráneo con capacidad para 10.000 litros, por medio de un motor de gasolina de 3.5 HP, muy semejante a las bombas actuales.

Regentaba el comercio José Rodríguez Barrios, quien además de despachar enseres domésticos, vendía la famosa cerveza media jarra, contenida  en una botella verde. Por ese paso acudía la gente del pueblo a bañarse en los días de verano, y era tal la afluencia de personas, que sólo se escuchaba el sonido del chupulún en el agua turbia. El negocio fue bautizado con ese nombre y también José Rodríguez, que en lo sucesivo se le conoció como José Chupulún. Además lo atendieron Cleofe Monagas, Gervacio Dorante, Néstor Rojas E. (Catire Lucas), José León Acosta Flores, José Bravo y Juan Acosta Flores.

Pedro Bolívar tenía otro establecimiento comercial en la misma calle, donde vendía víveres, telas, sombreros, tabaco en rama, leña, etc.

En una esquina de la plaza Bolívar (en la calle Comercio) se destacaba el expendio de medicinas “Santa Marta”, propiedad de Clara de Bolívar, esposa de Pedro Bolívar.

Diagonal al Chupulún, se erigió una especie de abasto muy próspero, regentado por Blas Flores, teniendo como dependiente a Benilde Lozada. La casa pertenecía a Luís Quiñones y Delia de Quiñones, dueños de El Corroncho. Parte de esa casa fue transformada en un bar, conocido como El Retruque, nombre puesto por Oswaldo Rivero, pues, los bebedores de licor, en busca de cervezas frías, a altas horas de la noche, cuando llegaban a este bar tenían que regresarse o volver sobre sus pasos obligatoriamente.

A una cuadra del Chupulún se destacaba el negocio de Alejandro Ceballos -capitán Ceballos- atendido por Euclides Escalona, donde se vendía víveres y cigarrillos de las marcas Kamel, Lido, Bandera Roja, Capri; la conocida media jarra y caña clara de las marcas Recreo, Palmita, Anís “El Mono”, y el famoso anisado “La Cotorra”.

Al frente de la Plaza Bolívar, diagonal a la Iglesia Inmaculada Concepción estaba la posada de Juan Bautista Chirimelli (Chicho Chirimelli), donde se hospedaban, en su mayoría, los maestros de escuela que venían de otras regiones. Se vendía comida criolla. Anexa, una bodega atendida por don Chicho.

La actividad comercial de Arismendi se centraba en dos cuadras de la calle Comercio, que remataba en una escuelita de Primaria, ubicada donde está ahora la casa del Padre Acero. En el patio de esa escuela se instaló un cine, traído por Julián A. Laya; los bancos eran de tablas, colocadas sobre horquetas de cují. No tuvo mucho éxito debido a que las imágenes en pantalla salían invertidas. Uno veía correr los caballos con las patas pegadas del techo, y a los personajes andando de cabezas.

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Agradezco la información aportada por mi amigo Néstor Rojas, dependiente de farmacia Santa Marta, primer expendio de medicinas de Arismendi.
Arismendi, 30-11-2012
Zordy Rivero, Cronista

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