“El Pasmo”
Desde mi infancia en Arismendi escuché esta expresión
repetidamente: “Tenga cuidado con un pasmo
porque es algo muy serio”. Cuando una ama de casa tostaba café no debía bañarse
ni salir al patio sino hasta el día siguiente. Es decir, no podía serenarse. Si
una persona llegaba a casa, acalorada, no era aconsejable quitarse el calzado y
caminar en el piso con los pies pelados; o tomar agua fría de la tinaja cuando no había nevera.
Pero ¿qué era el temido pasmo para nuestros ancestros? Digamos que era un cambio
fisiológico brusco de temperatura que sufría el organismo y que podía llévalo
al colapso y la muerte. La causa tiene que ver con un cambio brusco de temperatura,
que el cuerpo no tolera, así como así. Trataré de explicarme a través de un
ejemplo: Cuando una botella vacía es sometida al calor y después se le cubre
con agua, por lo general se rompe. Si una persona está muy acalorada, sea por
trabajo o ejercicios físicos, su sistema circulatorio (arterias) se
encuentra dilatado o agrandada; al exponerse al frío repentino esos vasos
sanguíneos se contraen, disminuyendo el envío de sangre a los tejidos y
órganos, y generando un sufrimiento al cerebro y los nervios por falta de
oxígeno, que trae como consecuencia el conocido pasmo que en terminología médica es conocido como espasmo y puede manifestarse como una
parálisis facial o una hemiplejia.
En el pasado remoto se atribuía este padecimiento a
una desobediencia a los mayores o como un castigo de los dioses. Pero la
esencia de este fenómeno en más atribuible a la falta de comunicación con nuestro
Cuerpo Elemental, quien tiene inteligente propia, y siempre trata de ayudarnos
para que llevemos una vida más saludable y armónica. Sólo tenemos que hablarle
y pedirle que nos ayude, y sobre todo, darle las gracias por el apoyo recibido. El agradecimiento es muy importante porque ese Cuerpo Elemental que está
aprendiendo con nosotros (con nuestro espíritu) lo necesita como nosotros
necesitamos el amor de Dios y de nuestros seres queridos.
Pongamos otro ejemplo: Una persona presenta una
diarrea repentina. ¿Qué sucedió? El cuerpo, que no fue consultado, comprobó que
el alimento no era de su agrado; o que una bacteria contaminaba la comida;
decidió, de manera inteligente, vaciar el contenido en su totalidad. De ahí lo
imprudente que es tomar antidiarreico, ya que al pasar el efecto de éste el cuerpo
seguirá con su trabajo, que es eliminar el contenido no deseado. Lo recomendado
es la hidratación oral y preguntarle en lo sucesivo qué alimentos desea ingerir.
La comunicación con el Cuerpo Elemental debe ser una rutina
diaria; incluso podemos ponerle un nombre, y él, que
tiene vida propia, que es nuestro templo, lo entenderá.
*
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preciados lectores una página Web perteneciente a “La Fundación Mundial Para
las Ciencias Naturales”, a la cual pertenezco. En ella encontrarán información
científica de la más alta calidad, referente a temas que tienen que ver con
salud en general y el buen vivir: www.naturalscience.org
También mi
segundo blog: saberllanero.blogspot.com
Val, 17-09-2016
Zordy Rivero
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