sábado, 17 de septiembre de 2016

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA

“El Pasmo”

Desde mi infancia en Arismendi escuché esta expresión repetidamente: “Tenga cuidado con un pasmo porque es algo muy serio”. Cuando una ama de casa tostaba café no debía bañarse ni salir al patio sino hasta el día siguiente. Es decir, no podía serenarse. Si una persona llegaba a casa, acalorada, no era aconsejable quitarse el calzado y caminar en el piso con los pies pelados; o tomar agua fría de la tinaja cuando no había nevera.

Pero ¿qué era el temido pasmo para nuestros ancestros? Digamos que era un cambio fisiológico brusco de temperatura que sufría el organismo y que podía llévalo al colapso y la muerte. La causa tiene que ver con un cambio brusco de temperatura, que el cuerpo no tolera, así como así. Trataré de explicarme a través de un ejemplo: Cuando una botella vacía es sometida al calor y después se le cubre con agua, por lo general se rompe. Si una persona está muy acalorada, sea por trabajo o ejercicios físicos, su sistema circulatorio (arterias) se encuentra dilatado o agrandada; al exponerse al frío repentino esos vasos sanguíneos se contraen, disminuyendo el envío de sangre a los tejidos y órganos, y generando un sufrimiento al cerebro y los nervios por falta de oxígeno, que trae como consecuencia el conocido pasmo que en terminología médica es conocido como espasmo y puede manifestarse como una parálisis facial o una hemiplejia.

En el pasado remoto se atribuía este padecimiento a una desobediencia a los mayores o como un castigo de los dioses. Pero la esencia de este fenómeno en más atribuible a la falta de comunicación con nuestro Cuerpo Elemental, quien tiene inteligente propia, y siempre trata de ayudarnos para que llevemos una vida más saludable y armónica. Sólo tenemos que hablarle y pedirle que nos ayude, y sobre todo, darle las gracias por el apoyo recibido. El agradecimiento es muy importante porque ese Cuerpo Elemental que está aprendiendo con nosotros (con nuestro espíritu) lo necesita como nosotros necesitamos el amor de Dios y de nuestros seres queridos.

Pongamos otro ejemplo: Una persona presenta una diarrea repentina. ¿Qué sucedió? El cuerpo, que no fue consultado, comprobó que el alimento no era de su agrado; o que una bacteria contaminaba la comida; decidió, de manera inteligente, vaciar el contenido en su totalidad. De ahí lo imprudente que es tomar antidiarreico, ya que al pasar el efecto de éste el cuerpo seguirá con su trabajo, que es eliminar el contenido no deseado. Lo recomendado es la hidratación oral y preguntarle en lo sucesivo qué alimentos desea ingerir.

La comunicación con el Cuerpo Elemental debe ser una rutina diaria; incluso podemos ponerle un nombre, y él, que tiene vida propia, que es nuestro templo, lo entenderá.

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Nota Publicitaria: Les dejo a mis preciados lectores una página Web perteneciente a “La Fundación Mundial Para las Ciencias Naturales”, a la cual pertenezco. En ella encontrarán información científica de la más alta calidad, referente a temas que tienen que ver con salud en general y el buen vivir: www.naturalscience.org
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Val, 17-09-2016
Zordy Rivero

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