jueves, 14 de julio de 2016

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA

Los Niños Chupa Dedos

Este si es un verdadero dolor de cabeza para el médico y los padres. En mi consulta de niños, una de las preguntas casi obligatoria es averiguar desde cuando el infante se chupa los dedos. Si ya tenía el hábito cuando empezó a caminar, precisar el diagnóstico es relativamente fácil; y se pueden incluir algunas apreciaciones, tales como: “Su hijo ha sido enfermizo y está bajo de peso, a pesar que usted lo alimenta bien. Además, padece de parasitosis intestinal constantemente”. Mientras el niño no camina, todo marcha bien. Al dar los primeros pasos empieza a tomar todo lo que ve, luego se lleva las manos sucias a la boca. Aparecen las primeras infecciones de garganta, es llevado al médico quien le indica, por lo regular, antibióticos. A los pocos días recae y se le agregan infecciones de oído, intestinales o de pulmones. Es hospitalizado por neumonía. Casi ningún niño sobrevive a tres neumonías. La madre desesperada no sabe que sucede hasta que encuentra un médico u otra persona de confianza que le dice que el causante de las enfermedades de su hijo se debe al hábito de chuparse los dedos.

Unas les echan sábila, otras les vendan los dedos. Todo método razonable es válido, siempre que no golpeen al niño, ya que esto los llena de miedo y nadie crece saludable viviendo en el miedo. Resuelto la causa el niño emprende su recuperación, y las secuelas de la mala salud quedan como un lejano recuerdo por el que no se desea volver a pasar. Muchos llegan a la adolescencia sin amígdalas y con operaciones de oídos, que se hubiesen podido evitar, si alguien, llámese familiar o amigo, les hubiese advertido lo que le esperaba al niño chupa dedo si seguía con su lamentable hábito. Pero nunca es tarde para aprender.

En una ocasión le dije a una madre que todos los problemas de su hijo provenían de esa desastrosa costumbre. Me dijo que ella conocía a varias madres amigas que tenían hijos que hacían lo mismo y eran saludables. Cuando su hijo murió, complicado por múltiples infecciones, entonces me dio la razón. Ella aprendió la lección de manera difícil, pero la aprendió. Eso creo.


Otras de las secuelas que aparecen en estos niños son las deformidades de las arcadas dentarias, y por ende de su cara. Algunos logran que su maxilar superior proyecte los dientes fuera de la boca, que al final les trae complejos de inferioridad que se hacen difícil de superar. En la escuela de mi pueblo conocí a un compañero de estudio que nunca se le observó reír. Tenía que pelear todos los días a causa de un sobrenombre nada agradable. Le decían pico e’ chuzo. Al final los padres tuvieron que retirarlo de la escuela, y así evitar males mayores. Se lo llevaron al campo a trabajar y de ahí no supe nada más de él.

*
Nota Publicitaria: Les dejo a mis preciados lectores una página Web perteneciente a “La Fundación Mundial Para las Ciencias Naturales”, a la cual pertenezco. En ella encontrarán información científica de la más alta calidad, referente a temas que tienen que ver con salud en general y el buen vivir: www.naturalscience.org
Mi segundo blog: lascronicasllaneras.blogspot.com

Val, 10-06-16
Zordy Rivero

No hay comentarios:

Publicar un comentario