Destierren de Sus Vidas el Juego por Dinero
Mi consejo personal es que no permitan que el juego invada
sus hogares y sus vidas, por una serie de razones que señalaré a continuación:
En el juego por dinero no existe amor; siempre los
contrincantes se ven como enemigos, y el pensamiento que surge en cada jugador
es el de vencer a ese enemigo, es decir, destruirlo, acabarlo, desaparecerlo.
El perdedor genera pensamientos de odio, rencor, venganza que envuelven al
triunfador. De modo que él saldrá del lugar con un aura fea que se encargará de
destruirlo poco a poco, pero irremisiblemente. Y no olviden el viejo proverbio:
“La miseria ama la compañía”.
La vibración que se genera alrededor del juego es muy baja y
por tanto oscurece el ambiente, de manera que allí, tarde o temprano se va a
instaurar la desarmonía, expresada a través de la envidia o peleas que son
energías que nadie quisiera experimentar.
El juego en sí mismo se encarga de decirle momentáneamente a
la persona que es un triunfador o un fracasado o vencido, en la medida que gane
o pierda, y siempre va a ganar y perder, de manera que no tiene escapatoria de
recibir la sentencia fatal, y el subconsciente se encargará de grabarlo
indeleblemente en su vida como un recuerdo que con el tiempo se reforzará. Así
que no existe escapatoria de que se termine como un fracasado y de eso se
ocupará el ludismo de recordárselo con frecuencia.
El juego crea adicción y es una de las peores conocidas. El
adicto no piensa en otra cosa que no sea en jugar y llegará un día en que
empezará a vender sus bienes y propiedades para satisfacer la adicción. Luego
robará a la familia y finalmente se robará a así mismo, terminando siempre por
culpar a los demás.
La vida del jugador termina siendo muy triste porque él
piensa que un día el juego lo sacará de sus dificultades económicas, aunque
siempre terminan como los delincuentes: pensando que el próximo atraco será el
último, aunque eso nunca funciona: la adicción lo impulsará a continuar y
continuar hasta que aparezca la debacle definitiva.
El jugador se convierte en un mal ejemplo y por eso acaba
sus días en el más completo aislamiento y soledad, hasta que un día sólo le
quedará anhelar sus mejores días, de cuando no se había hecho un amigo
inseparable del juego.
En los pueblos y ciudades existen familias que se arruinaron
completamente a causa del juego, y siempre perdurará su recuerdo en el tiempo
como el ejemplo a no seguir.
El juego es el gancho de las fuerzas siniestras o malignas
para atrapar desprevenidos, que llegan a ver en el juego una posibilidad de
riqueza, y hasta donde yo sé, el dinero bueno es el que se obtiene con un
trabajo honesto.
*
Les
recomiendo a mis amigos del mundo visitar la página Web de “La Fundación
Mundial para las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org/es
Mi
segundo Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com
Y como un
regalo especial los remito al artículo: “Una
Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.
Domingo,
15-06-2019
Zordy
Rivero, Cronista
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