miércoles, 15 de mayo de 2019

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA XL

Como Vencer un Mal Hábito


Durante mi ejercicio médico tuve la oportunidad de encontrarme con personas adictas a distintas drogas: cigarrillos, chimó, marihuana, etc. Cuando se trata de romper con el vicio de manera drástica, el resultado es un sufrimiento del Cuerpo Elemental que, aun teniendo inteligencia propia, se resiente por la falta de la sustancia a que ha sido acostumbrado. Conocí un paciente que empezó a tomar una copa de licor todas las noches, poco antes de irse a dormir. Había empezado con ese hábito a partir de los veinte años… suspendiéndolo bruscamente a la edad de sesenta años, cuando adoptó la religión evangélica. Su pastor le dijo que ya no necesitaba el licor porque él ya estaba salvo al ‘aceptar a cristo en su corazón’. Quince días después de haber suspendido la ingesta de licor nocturno, amaneció muerto en su dormitorio. El diagnóstico etiológico, extendido en el hospital donde fue llevado, decía: Muerte por Síndrome de Abstinencia de Origen Etílico. Sencillamente sucedió que su Cuerpo se negó a aceptar que le quitaran su bebida de manera abrupta, optando por detener el corazón, como una manera de auto-revelarse.


Pero, por qué los vicios terminan apoderándose del Cuerpo y alma se cada ser, creando una situación de urgente necesidad. El hábito a lo largo del tiempo termina convirtiéndose en una entidad maligna que se refuerza con cada consumo, y que se apodera de la conciencia y alma del desdichado consumidor. Esto lleva a una parte de la solución, que es hablar con el Cuerpo y pedirle ayuda, para que se genere el cambio, cuando se está dispuesto a abandonarlo. También es necesario dirigirle la palabra a la sustancia misma que se ha transformado en la entidad maligna; es decir, las moléculas de estas toxinas se han arraigado en las células, tejidos; incluso llegando a modificar el ADN celular, creando una impronta y necesidad a tener en cuenta. Esa entidad está compuesta por moléculas y átomos que generan una vibración y dirigen parte de la vida de la desafortunada persona, y no se retirarán del Cuerpo por las buenas. Al paciente sólo le queda hablar con la entidad y pedirle que se retire y que ya no desea seguir compartiendo su vida con ella.


Mi método práctico que he recomendado a muchos, es ir dejando el vicio progresivamente, para así debilitarlo y expulsarlo sin traumas. Si una persona fuma diez cigarrillos al día, sencillamente quítele dos o tres cada mes y llegará un momento en que el deseo se irá reduciendo hasta dejar de ser una necesidad de vida.


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Les recomiendo a mis amigos del mundo visitar la página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org/es
Mi segundo Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com
Y como un regalo especial los remito al artículo: “Una Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.

Jueves, 15-05-2019
Zordy Rivero, Cronista


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