domingo, 15 de abril de 2018

Cómo Ayudar a la Madre Tierra VI

Casi siempre la gente que más se queja del maltrato causado a la Naturaleza: —contaminación ambiental, tala y quema de bosques, cacería furtiva— es la que menos disposición tiene para causar un cambio positivo a su alrededor. Es muy parecido al caso de uno de los aviones que se estrelló contra las Torres Gemelas el 11 de setiembre de 2001. Dos personas con un cuchillo cada uno, pudieron controlar a más de 80 pasajeros, sin que estos hicieran nada. Cada uno esperaba que el otro se levantara y diera un paso adelante, decidido de desalmar al par de bandidos, hasta que, esperando y esperando, se les acabó el tiempo… y la vida. Y esto se llama complacencia o el arte de no hacer nada para no comprometerse. Un día, cuando a muchas personas les toque padecer las consecuencias de no haber hecho nada, le echarán la culpa al vecino o a cualquier otro, pero menos a ellos mismos.

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En mis correrías pos los pueblos de Barinas vi un caso que me impresionó sobremanera y que siempre viene a mi mente. Ahora los compartiré con ustedes: En una temporada de festividades alguien lanzó un cohete, que desafortunadamente se alojó en un caney de palma. El incendio se propagó rápidamente. Yo, que me encontraba en una casa vecina, escuché a mi anfitrión decirle a su hijo: “¡Oye!, está pendiente de la candela, no vaya a ser que salte a nuestra casa”. En ningún momento vi un gesto humanitario de querer ayudar a su vecino a apaciguar el fuego. Solamente comentó: “Tratar de apagar candela en techo de palma es una pérdida de tiempo”.

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Mi madre que nos crió trabajando en un conuco, nos decía: Si cada día sacaran una calle, —que es la mínima expresión de una tarea— al mes se vería el trabajo realizado. Y es cierto, si cada día hiciéramos algo en pro de la Amada Tierra, sea sembrando un árbol o recogiendo basura en una calle, al final del mes tendríamos un barrio, pueblo o ciudad limpia, cobijada de mucha vegetación.

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He visto en un programa de televisión un osito gris solitario salir de la nada, en un terreno nada frío, siendo abordado y devorado por una manada de leones. ¿No les parece esto sospechoso? ¿Dónde estaba la madre? ¿Qué hacia un oso bebé fuera de su hábitat? Sabemos que un video relacionado con la vida salvaje es pagado muy bien por los magnates de la televisión. Lo que no está bien es usar un inofensivo osito, sacrificándole inútilmente a favor de algunos dólares. Esto es falta de ética y falta de amor por la vida salvaje, que ahora requiere de nuestra protección. También he visto perros muriéndose de hambre mientras los dueños padecen de obesidad. ¿Injusticia, falta de amor…?
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Un regalo a la Amada Madre Terra en su mes de aniversario.
A mis lectores del mundo les recomiendo visitar la página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org/es
Mi segundo Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com
Y como un regalo muy especial los remito a “Una Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.


Miércoles, 15-04-2018
Zordy Rivero, Cronista

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