Ya he referido antes que el Cuerpo Elemental nos
alerta constantemente de su mal o buen funcionamiento. Ejemplo: Un dolor de
cabeza es un aviso para que no sigamos cometiendo un determinado acto de
estupidez; pues, si proseguimos por el mismo camino, experimentaremos un aviso
extremo, que bien podría ser la manifestación de una migraña, que nos tumbaría
en cama hasta por una semana. Es necesario que hablemos con el Cuerpo y le agradezcamos
por su esfuerzo de mantenernos saludables. Un cambio de hábito del sueño puede decirnos que —estamos trabajando
mucho, de repente expuestos a la inclemencia del calor, una anemia solapada, un
foco infeccioso que puede ser una caries dentaria, u otra infección orgánica
que muchas veces pasa desapercibida; una parasitosis intestinal; tumoraciones
que estén debilitando el cuerpo—; la persona siente deseos constantes de dormir
durante el día, cuando antes no lo hacía. Es la manera de recuperar energías
que, repito, lo están debilitando. Así el Cuerpo nos presenta el aviso, que el
común de las personas no percibe sino cuando ya es demasiado tarde.
En la medicina la mayoría de las enfermedades son
diagnosticadas gracias al interrogatorio. Los exámenes complementarios sólo nos
ratifican una fuerte presunción sobre una afección que a simple vista parecía
oculta. El Cuerpo siempre nos está hablando con la ‘vocecita de la intuición’
que muchos no escuchan porque viven en un mundo lleno de ruido y parlanchinería,
generados casi siempre por ellos mismo. Si habláramos a diario con nuestro Cuerpo,
y a la vez lo escucháramos, e hiciéramos lo que él nos indica, no
necesitaríamos de médicos, excepto para corregir una lesión causada por algún
accidente.
Tengo una amiga que padece de colitis, causada por la
ingesta excesiva de café (hasta seis tazas al día). No escuchó el mensaje y
ahora ha empezado a presentar reflujo gástrico, que la descompensa de manera
alarmante. Sencillamente su Cuerpo no tolera el café en exceso y ha optado por
regresarlo o sacarlo de manera violenta del estómago, dañando el cardias, que
es una válvula a nivel del esófago inferior, que impide que los alimentos
regresen a la boca. He hablado con mi amiga y le he aconsejado que se escuche a
sí misma y que deje de tomar café, que es el agente causal inmediato.
También dije en uno de mis artículos que el cáncer
era un alerta, de que la sangre no está suficientemente oxigenada porque no se
respira adecuadamente; es decir, sólo se usa el 25% de la capacidad pulmonar. Ante
la falta de oxígeno en sangre y tejidos, las células mueren, y una célula
muerta es como una manzana podrida en el cesto. Esa célula muerta daña a las
vecinas hasta que se forma el tumor y termina acabando con su huésped. No
olvidemos que en las enfermedades malignas subyace una baja vibración
del individuo, que se refuerza o fortalece ante la escasez de oxígeno; de modo
que todo está conectado. La baja vibración procede de un descontrol emocional,
traducido en egoísmo, miedo, rencor, chisme, amargura, descontento,
infelicidad, desarmonía. En conclusión, he llegado a comprobar que una persona
feliz jamás enfermaría.
*
A mis lectores del mundo les recomiendo visitar la
página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”:
www.naturalscience.org/es
Mi segundo Blog: cronicasdearismendi.blogspot.com
Y como un regalo especial los remito al artículo:
“Una Brújula Moral para el Viaje de la Vida”.
Val, 08-02-2018
Zordy Rivero
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