viernes, 22 de septiembre de 2017

MORINGA II

La llamada telefónica procedía de la ciudad de Barinas, y la realizaba una amiga que hacía pocos días había salido del hospital Luis Razetti, donde estuvo hospitalizada por presentar neumonía bilateral. No obstante haber sido dada de alta, su salud seguía muy deteriorada y los médicos no estaban conforme con los resultados. Después de tres días de estar en su casa mi amiga acudió a la consulta, donde se le practicó una radiografía de tórax, que, a simple vista, indicaba problemas: una preocupante recaída. Según su médico, era recomendable internarla de nuevo para una nueva sesión de antibióticos endovenosos. En fin mi amiga estaba muy desconsolada y asustada cuando me llamó, no sólo porque ya había agotado sus reservas de dinero sino porque su cuerpo estaba muy debilitado por tanta drogas consumidas. Yo me encontraba en Valencia, y tuve que alentarla e inyectarle un poco de fe. Le dije que tomara tres semillas de Moringa una vez al día durante siete a diez días. También le dije que estuviera pendiente de mí para que me informara sobre su mejoría, de la cual estaba seguro. Al tercer día me llamó y me dijo que se encontraba fuera de peligro y que los médicos habían determinado que ya no era necesaria la hospitalización, pues los síntomas como cansancio, dificultad respiratoria y dolor de pecho habían desaparecido. Finalmente le referí que una de las bondades de esta potente medicina natural era que una semilla poseía más vitamina C que diez limones juntos.

Recientemente me encontré conversando con una mujer sobre la Moringa, y una de las cosas que más le preocupaba era la manera en que la gente pierde peso, a veces sin quererlo, pero que ella estaba segura de que la causa era debido a que se masticaba la planta. Según, el sabor amargo era la causa de la pérdida del apetito, por lo que sugería ingerir la semilla con agua. Yo no estoy muy seguro de esta hipótesis, pero la respeto.

La Moringa es una medicina que tomada a altas dosis en un tiempo no mayor de diez días, y en el lapso de un mes, es comparable con el más poderoso antibiótico conocido, pero sin los efectos adversos de estos. En casos de gripes, debilidad o convalecencia es excelente y se puede usar durante unos cinco días para ver resultados satisfactorios.

Entonces por qué tanta desconfianza con esta planta milagrosa. Mi experiencia me dice que no se debería tomar por tiempo prolongado debido a que ella contiene mucho hierro, lo cual causa un aumento exagerado de la hemoglobina, poniendo en peligro la vida del pacientes de manera innecesaria.

Conozco también a una señora amiga que estaba entrando en un proceso de leucemia, y gracias a las semillas de Moringa se ha detenido el proceso. Lo único lamentable es que el remedio llegó un poco tarde a su vida, pero hasta ahora es la que la mantiene andando y con esperanzas.
Val, 22-09-2017
Zordy Rivero

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