sábado, 21 de enero de 2017

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA XXXIII

La Viagra, un Ayudante Traicionero

Un viejo amigo acudió a mi consulta. Apenas entró me dijo que no venía a hacerme perder el tiempo, y que sin mayores rodeos iría al grano.
-Necesito una ayuda para mi ‘compañero’, ya que, como usted sabrá me acabo de casar con una mujer de veintitrés años y yo tengo setenta… y un poquito más.
-Cuantas veces está usted con su mujer en un mes.
-Apenas dos veces al mes -respondió con un tono de desaliento.
-El caso amigo mío -dije-, es que usted, a su edad, le toca tener una sola relación sexual cada dos meses. Por lo que a mi parecer se está excediendo.
El hombre se levantó de la silla con el cuerpo descompuesto, alterado por la ira.
-Yo pensé que usted era amigo mío. Ahora entiendo que he venido al lugar equivocado.
Salió sin despedirse ni escuchar explicaciones; y las explicaciones que pensaba darle, era que en la naturaleza existían plantas medicinales que podían ayudar sin comprometer el cuerpo, o llevarlo a un extremo de agotamiento innecesrio, que por lo regular podía ser contraproducente. Mencionaré dos de ellas conocidas en el mundo entero: el Ginseng Siberiano y el Ginkgo Biloba, que son excelentes revitalizantes y oxigenantes cerebrales, y como tal, mejoran la circulación general del organismo de manera excepcional.

Mi amigo optó por la salida fácil, rápida e imprudente: tomar Viagra. Antes del mes murió de un paro cardiaco a causa de ponerle un trabajo excesivo a un corazón envejecido y quizás enfermo.

A través de la investigación se ha llegado a conocer que la Viagra y similares poseen muchos efectos adversos, pero una de las causas más notables de esta droga es que ella rescata la virilidad del hombre, sin éste darse cuenta que esa virilidad tiene que expresarse a través de un cuerpo viejo y agotado. Entonces la muerte viene por el cansancio o abuso de un cuerpo envejecido.
Val, 06-01-2017
Zordy Rivero

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