sábado, 14 de enero de 2017

MISTERIOS DEL LLANO IX


En mi juventud escuché una historia que nunca he podido olvidar, sobre un cazador de chiguire y su extraña muerte. Se trataba de un hombre que vivía en el llano apureño, en las tierras bajas; un día le tendió una trampa a una manada de chiguire, atrapando al jefe de la misma. El hombre al frente de su víctima le descargó varios garrotazos, y se disponía a despellejarlo ante la mirada atónita de la manada, que se mantenía a prudente distancia, observando la escena. Cuchillo en mano, y sin ninguna reverencia, el llanero lo tomó de una pata, cuando inesperadamente el animal se dio la vuelta y mordió a su asesino en la parte posterior del pie, seccionándole el talón de Aquiles, cortándole a su vez, una arteria importante. Por la tarde un baqueano consiguió al hombre muerto, desangrado. Pero lo extraño del caso es que del chiguire sólo quedaron las huellas manchadas de sangre, por donde partió al encuentro de su familia.


El Chiguire es una especie muy abundante en el llano, no obstante, en algunos lugares ya es difícil encontrarlo, debido a su caza indiscriminada; por lo que se le ve con más frecuencia en zonas protegidas. Existe la creencia en el llano que cuando se consume su carne no se debe hacer acostado o sentado en el chinchorro, ya que éste se deshilacha completamente, haciéndose inservible. Pero de ¿dónde procede el poder destructivo del roedor más grande del planeta? Cuando es sacrificado, su miedo es tanto que en ese momento vierte una gran cantidad de adrenalina, otros neurotransmisores y hormonas al torrente sanguíneo, que al aplicársele sal crea una combinación perfecta y única para destruir cualquier tejido confeccionado por el hombre. Se preguntarán, ¿pero, por qué este fenómeno no ocurre con la carne de ganado? He allí el misterio. Aunque tenga olor a superstición, para el llanero no lo es. Siempre está la advertencia por delante: “No coma chiguire en el chinchorro”.
A ni modo de ver, el chiguire logra vengarse del hombre, por la agresión violenta de éste al arrebatarle la vida. Y se ha llegado a comprobar que las personas que consumen mucho de esta carne, terminan perdiendo la visión o en el mejor de los casos disminuyendo la agudeza visual.


Existe un procedimiento muy efectivo que bloquea la acción deletérea sobre el chinchorro. Se los daré a conocer cuando el hombre empiece a respetar y querer a estas criaturas y les permitamos vivir en la tierra en condiciones armónicas, sin el sello del miedo que al final se convierte en su mecanismo de defensa.
Val, 14-01-2017
Zordy Rivero

No hay comentarios:

Publicar un comentario