domingo, 9 de febrero de 2014

CRÓNICAS

Elecciones Municipales 2013

El 8 de diciembre del año 2013 Arismendi eligió como Alcalde al señor José Olivar Zapata Carvajal en representación del partido Psuv, con un total de 4.718 votos, quien se presentaba a la reelección para un segundo período que concluiría el 2017. Un segundo lugar lo obtuvo el señor José Gregorio Barrios Saavedra (MUD) con 3.730 votos.

Los siete concejales que tuvieron la aceptación del pueblo fueron: Margarita Mora (San Antonio), Yudit Carolina Blanco Loaiza (Arismendi), Manuel Alfredo Hernández Leal (Arismendi), Eduardo Garrido (Arismendi), José Gregorio Zapata (Guadarrama), Armando Antonio Aponte Taizen (La Unión) pertenecientes al Psuv y David Maluenga (Arismendi), en representación de la MUD.  A la parroquia de Arismendi se le conocía por no reelegir alcaldes ni concejales, no así la parroquia La Unión, quien en el pasado eligió por dos veces consecutiva a los concejales Antonio Loreto y al médico Calos D´ Elía, ambos del partido Acción Democrática. Los resultados actuales demuestran una vez más que la tarjeta del Psuv es muy poderosa en los estados Llaneros, pues, ante un trabajo constante de la oposición para obtener el codiciado curul, José Zapata se impone, rompiendo con el mito de la no reelección. Cuatro años tiene por delante el señor José Zapata para que definitivamente enrumbe a Arismendi por el camino del progreso. Es una nueva oportunidad que le ha dado el pueblo para que convierta al municipio en un emporio de producción agrícola y pecuaria.

A los concejales entrantes también les corresponde realizar el trabajo de legislar e impulsar proyectos de progreso que impliquen el avance de toda la población. Siendo la mayoría profesionales con un trabajo comunitario exitoso, se espera de ellos que sean una luz emergente que empieza a iluminar el hermoso camino de este polifacético pueblo llanero. No es circunstancial ni fortuito que de los concejales salientes ninguno tuvo una segunda oportunidad, y en cuanto al Alcalde, quien fue salvado por la tarjeta roja, le corresponde mejorar los servicios públicos, vialidad agrícola, embellecimiento u ornato, seguridad y muchas otras deficiencias evidentes que esperan pronta solución.

Los gobernantes del pasado quedaron como un recuerdo y un ejemplo a no seguir. Su triste realidad no es más que eso, una triste realidad. Estuvieron en las cumbres del poder y ahora se encuentran en el estercolero del abandono y la pobreza, y todo tiene que ver con el respeto y la buena administración del erario público, que no es más que el respeto al pueblo necesitado de Dios.

El miércoles 11 de diciembre en horas de la mañana se instaló la nueva Cámara municipal con la ausencia del concejal Eduardo Garrido. No obstante se realizó la sesión,  quedando como presidente Armando Aponte y vicepresidente Yudit Blanco. En sus palabras al público presente, y frente a las cámaras de Arismendi TV, el presidente resaltó el deseo de trabajar por los pueblos de Arismendi en unidad y armonía; prometió que sesionarían en las distintas parroquias para conocer los problemas que aquejaban a las comunidades de manera directa. Hubo aplausos y gestos de aceptación de parte de los asistentes. Al final de la asamblea no firmaron el libro de conformación los concejales Manuel Hernández y David Maluenga, quien salvó su voto.

El 02 de enero de 2014, la Cámara municipal se reunió para ratificar al ciudadano Armando Aponte como presidente. También en esta ocasión estuvieron ausentes de la sesión los concejales Eduardo Garrido y Manuel Hernández. Por cuatro votos a favor y uno en contra fue reelecto el señor Aponte. La estructuración de esta Cámara favorecía la gestión del Alcalde José Zapata, así como le fue favorable la anterior.

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El 14 de enero hubo una nueva convocatoria de la Cámara municipal para una sesión extraordinaria. En esta ocasión el señor Armando Aponte presentó su renuncia a la presidencia del concejo, dándole paso a Eduardo Garrido quien asumió la presidencia, quedando aquél como vice-presidente. Dijo Aponte que debido a la distancia que lo separaba de su pueblo La Unión, se veía en el impedimento de cumplir con una responsabilidad tan exigente. También se juramentó la secretaria de la Cámara, Marieli Michelena. Se creó el cargo de sub-secretaria, asumiéndolo Ana Patricia León. Al tomar el derecho de palabra, Eduardo Garrido saludó a su madre, familiares y amigos. Disculpó la ausencia de su esposa que no pudo acompañarlo porque se encontraba en el trabajo, cumpliendo con el gobierno y la revolución. Esta disculpa generó aplausos, siendo los más entusiastas los expresados por la profesora Yudith Betancourt, quien no disimilaba su alegría. Habló que trabajarían a tiempo completo por el desarrollo de Arismendi y sus parroquias, en unidad y con transparencia, porque al final de cuentas ellos, los concejales, conformaban una sola y gran familia y debían estar unidos en esa lucha a favor del progreso.

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Eduardo Garrido es una persona muy humilde y sencilla; en su infancia fue vendedor ambulante: (cachapas, hallacas, conservas, etc.), para ayudar a la familia, a la vez que estudiaba en la escuela municipal; nunca le faltan sus alpargatas blancas o negras, de cuero de ganado,  y su hablar es llano y muy criollito. En esa apariencia sencilla se esconde una persona muy preparada, con estudios avanzados en política, conocedor de las relaciones sociales y de los intereses  que mueven una sociedad en desarrollo. Es un fiel seguidor de la ideología revolucionaria de su líder máximo: Hugo Chávez Fría. Hasta hace poco ejerció la dirección de la Misión Ribas, donde fue reconocido por su liderazgo. De manera que el nuevo presidente de la Cámara y su equipo de trabajo se convierten en una esperanza real para el futuro inmediato de Arismendi.

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Por la noche se dieron cita varios invitados a la casa de Mariela Moreno y su esposo Narciso. El ambiente era grato y lleno de alegría. Entre los que asistieron se encontraba el poeta Adhely Rivero, prof. Yidith Betancourt, Marieli Michelena, María Mirabal, administradora de la Cámara, Ingeniero Edgar Celié, profesor de la ETA, Eukaris Martínez, trabajadora del Banco Bicentenario, José Hernández con esposa e hijos; Eduardo Garrido, Eliezer Liscano. A eso de las diez apareció Wualdemar Miranda, quien compartió unos instantes con los presentes. Se repartió carne de marrano horneada, acompañada  de yuca y ensalada. Fue una velada inolvidable por la armonía que imperaba en el acogedor ambiente familiar. 
                                                                                                                               Arismendi, 09-02-2014
Zordy Rivero, Cronista

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