Desde el inicio de la pandemia
COVID-19, a finales de 2019, cada país ha hecho sus aportes al mundo —para
contrarestar los efectos devastadores del coronavirus—, ya sea a través de la
difusión de medidas de seguridad, creación de vacunas o la investigación de
medicinas naturales, lo cual es altamente valorado por las organismos mundiales
que trabajan en función de la salud y la paz del planeta. En el caso específico
de Venezuela, el aporte vino a través de la elaboración de un remedio natural, el
Carvativir, que de acuerdo a los
estudios de laboratorios, realizado por científicos calificados, frena y evita
la enfermedad COVID-19. Es importante reconocer que esa es la vía para
enfrentar cualquier enfermedad: volver a la natualeza, a una vida natural, en
comunión con la Madre Terra. No debemos olvidar, por supuesto, la efectividad
de la medicina Homeopatica, las Flores de Bach y otras terapias no dañinas para
el organismo humano.
“La Fundación Mundial para las
Ciencias Naturales”, es una organización sin fines de lucro, que avala y apoya
cualquier investigación que contribuya al mejoramiento de la salud de la
población mundial, a través de programas que incentiven el uso de la medicinas
naturales. Sabe que la medicina Natural es el camino a seguir en los años
venideros, y que se impondrá definitivamente, desplazando a las drogas químicas
que tanto daño han hecho al hombre que las consume.
Un aproximado de 13 millones de
personas mueren cada año en el planeta a causa de los efectos adversos de las drogas patentadas por laboratorios
farmaceuticos. Que ¿cómo lo hacen? Intoxicando y debilitando las celulas,
tejidos y orgános hasta que dejan de funcionar, creando patologías como son la
insuficiencias renal, hepática, cardíacas etc. De allí que es obligatorio para
un médico acusioso preguntar al paciente en una consulta rutinaria, que qué
drogras consume y desde cuándo, porque con toda seguridad, ese paciente
terminará en poco tiempo siendo una víctima de su propia ‘medicina’, a menos que,
con honestidad, se le advierta que existen medicinas más seguras y avanzadas,
que lo apartarán de múltiples dolencias, degenerativas en su mayoría.
En ciertas circunstancias donde el
paciente se siente seguro con las drogas que consume a diario, y por los
motivos que fueran, no acepta un cambio hacia otra alternativa sanadora,
todavía se puede hacer algo: darle la opción de usar plantas medicinales para
limpiarle o depurarle la sangre, y como ejemplo menciono a la zarzaparrilla. Una sangre libre de
toxinas y venenos químicos, evita al cuerpo, si aún no es muy tarde, un daño
orgáníco sin retorno.
Entre los síntomas y signos fiables
de un paciente intoxicado, encontramos la presencia de un envejecimiento
prematuro. Y esto se refleja en la piel, que atacada por tantas toxinas no
puede esconder su precariedad. Tomemos el ejemplo de un fumador de cigarrillos:
muestra su veneno a la vista de todos, indicando que el sistema orgánico se ha
visto incapacitado para liberarse de toxinas, ante la agresión de su propio
dueño.
Nota: Remito a mis preciados lectores a
la página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org En ella encontrarán información científica
actualizada sobre el Covid-19 y otros temas de salud y buen vivir.
Arismendi,
09-03-2021
Zordy
Rivero, Cronista
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