lunes, 18 de diciembre de 2017

CRÓNICAS URBANAS

Nuevo aumento del pasaje urbano

Este mes de diciembre del año 2017 me encontraba en una parada de la ciudad de Valencia, cuando apreció una buseta vacía con un papel en el parabrisas que decía: Pasaje 1.000 Bolívares. El colector se apostó en la puerta delantera y dijo:
“Sólo pueden entrar los que paguen mil bolívares”.
Como mansos corderitos fueron entrando los pasajeros con sus billeticos en la mano. El colector no respetó ancianos, discapacitados, niños ni estudiantes. Llenó y desapareció con la carga de personas silenciosas, rumiando la mayoría su descontento e impotencia. Ellos sólo deseaban llegar a sus hogares después de una larga jornada de trabajo.
Los comentarios no se dejaron esperar.
—A mí se me hace difícil darles trescientos bolívares, y ellos quieren que les pague mil —dijo un anciano.
—Yo siempre envuelvo a estos abusadores con una bendición de Dios —dijo otro viejito—, pidiendo a la vez que, el uno sea siempre colector, y el otro tenga carro durante toda la vida. A veces también le pido a Dios que los deje llegar a viejos para que experimenten el desprecio que nosotros sufrimos de muchos jóvenes.

Definitivamente mucha gente cree todavía que el dinero les resolverá todos sus problemas, y no es así. Me explico, el dinero mal habido o quitado a otro a través de medios fraudulentos no genera prosperidad; al contrario, se convierte más en una especie de maldición, cuando debería ser una bendición en la medida en que puedas ayudar a tu prójimo necesitado. El martillar constante de la consciencia en los momentos de soledad o cuando alguien le recuerda a esa persona del mal que viene haciendo, alimenta ese estado desagradable de lo mal hecho y lo mal apropiado, reflejándose en el alma y en la cara todas las amarguras juntas, que al final se resumirán en una vida infeliz y desapacible.

Y al contrario, la persona que ha sido objeto del fraude —abrigando su fe y confianza en Dios—, será suficiente para que el Creador de todas las cosas, le retribuya su pérdida con creces.
En conclusión, nadie se enriquece apropiándose de lo ajeno; de allí que los aumentos sucesivos y desconsiderados de pasajes, afectando a los pobres de la ciudad, no han evitado que el 80% de la flota de busetas esté paralizada e inservible.

El Maestro Jesús dijo: Busca a Dios y su Justicia Divina y todas las cosas se os darán por añadidura. Pero entendamos que lo contrario también es cierto. Busca al diablo (el mal) y su injusticia terrenal y todas las cosas se os quitaran por añadidura.

Nota: Al momento de escribir este artículo el pasaje no ha sido autorizado por el gobierno regional ni municipal.


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A mis lectores del mundo les recomiendo visitar la página Web de “La Fundación Mundial para las Ciencias Naturales”: www.naturalscience.org/es

Y como un regalo muy especial los remito a Una Brújula Moral para el Viaje de la Vida (introduce en el buscador solamente la palabra moral).
Val, 18-12-2017
Zordy Rivero

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