En mis días juveniles
casi siempre anduve con un libro debajo del brazo. Esto me sirvió para entablar
conversación con personas mayores, poseedoras de una cultura general a veces
extraordinaria. Fueron muchos los viejos que me dieron consejos y máximas que
me sirvieron para un mejor vivir, cuando los tiempos eran difíciles. Compartiré
algo de ese saber que me regalaron esos seres, que en su mayoría ya no existen:
- Trata de no buscar atajos ni andes por
calles solitarias. Es más fácil cometer fechorías donde impera la soledad. En
las zonas concurridas también suceden los atracos, pero entendamos también, que
en esos lugares es más frecuente el linchamiento de estas personas que andan al
margen de la ley, y ellos lo saben.
- Cuando andes en la
sabana y encuentres un toro, no lo mires a la cara porque eso significa un reto
para él, y lo más probable es que salga a tu encuentro, en defensa de su
territorio. De modo que trata de no llamar su atención, y si existen árboles
cercanos camina hacia uno de ellos … por si acaso. Esta situación era más
aplicable cuando en el llano no había cercas de alambres y el llano era uno
solo con su inmensidad.
- Cuando vayas a la
ciudad, ten en mente el precio promedio de los taxis; si alguno se excede
exageradamente, no lo tomes, aunque te baje el precio, pues, lo más probable es
que tengas que soportarlo durante todo el viaje, hasta que llegues a tu
destino. Te dirá algo así: Te estoy regalando mi trabajo; acepté ese precio
porque es la primera carrera del día, pero debes comprender que nuestro
trabajo tiene valor. Además, a usted se le nota como a una persona pudiente…
Entonces lo más práctico, repito, es tomar otra opción.
- Nunca he sido
mordido por un perro. Siempre que se me acerca uno, tomo la precaución de
colocar mi libro o bolso del lado del animal, sin perderlo de vista. No obstante,
lo más prudente es no separarse de algún muro o árbol que nos sirva de apoyo.
- Las personas que
tienen la tendencia a vivir más, son aquellas que le ponen humor a la vida.
Aprende cada día un cuento nuevo, saludable, que puedas compartir con tus
amigos y conocidos. No olviden que la risa es la manifestación real de la
existencia de Dios.
Val, 10-02-2017
Zordy Rivero
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