lunes, 25 de enero de 2016

MIS EXPERIENCIAS EN LA MEDICINA

 Nin

Hablaremos un poco de un árbol que esplende su majestuosa figura sobre ciudades y pueblos del territorio nacional: El Nin, el cual tiene una resistencia inigualable al trópico, y que aún bajo la peor sequía mantiene su verdor.

Es usado para controlar el colesterol alto masticando una hoja dos o tres veces a la semana, aunque mi experiencia personal está orientada hacia otras propiedades. En nuestra casa de Arismendi teníamos un olivo que había sido atacado en la pata por un hongo blanco, muy resistente, y que no había manera de quitárselo a la muerte. Un amigo me sugirió que cubriera la pata con hojas de Nin. Así lo hice y a los pocos días el hongo murió, y el árbol de los emperadores todavía sigue creciendo con toda su hermosura.

El Nin tiene una efectividad sorprendente para espantar el sueño. Se coloca una hoja triturada en la zona sublingual (debajo de la lengua) y allí se deja por el tiempo que desee mantenerse despierto. Muy útil para los que conducen y estudian de noche. Al terminar la tarea es recomendable enjuagar la boca con agua natural, porque lo más probable es que a los pocos minutos aparezca el sueño, necesario para recuperar las fuerzas menguadas.


En el llano existe la creencia generalizada que donde vive el Nin no es frecuente la permanencia de plagas, llámese mosquitos, zancudos u otros bichitos voladores. De ahí que los campesinos siembren este árbol alrededor de las casas, que además les sirve de sombra en los duros días veraneros. Las hojas secas son usadas para hacer humo, que actúa como un repelente, corriendo a tan molestos insectos.  
Arismendi, 24-01-2016
Zordy Rivero, Escritor

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