martes, 5 de noviembre de 2013

NUEVAS COSTUMBRES LLANERAS

Hasta hace pocos años se veían en las calles de Arismendi hombres y mujeres montados en sus caballos, haciendo sus diligencias, y luego regresando a las fincas o conucos a sus labores comunes. En los días de fiestas se podían contar hasta sesenta caballos y mulos amarrados a las sombras de los árboles, mientras sus dueños libaban cervezas en un bar o hacían compras de vivieres.

Ahora podemos contar solamente motos en cantidades impresionantes. Los llaneros cambiaron sus monturas por las motos, que es un transporte más rápido, económico y cómodo. Son muchos los que revisan los potreros en sus máquinas de dos ruedas, y con frecuencia son usadas para realizar largos viajes, que en bestias tardarían días. Vemos estudiantes que acuden a las instituciones educativas, agricultores que sacan sus cosechas y las venden al menudeo; productores que traen leche a la Planta Procesadora. De manera que la vida rutinaria y lenta del llanero ha terminado, para dar comienzo a la era de la velocidad. Existen casas donde pueden contarse seis y más motos. Cada uno de los integrantes de la familia posee una, incluyendo a los más chicos.

Los beneficios son muchos: medio de transporte rápido, tanto de personas como de enseres domésticos. Pero también hay que destacar el número elevado de lisiados, jóvenes en su mayoría. En el pueblo de Arismendi contamos con un aproximado de treinta fracturado, con la consecuente carga familiar que ello implica. Varias muertes han ocurrido en años recientes. Mencionaré dos casos de una lista que crece cada día: hace unos cuatro años perdió la vida Germán Yajure, de 25 años de edad, cuando regresaba del caserío Las Calenturas; y más recientemente, Ángel Zabaleta, de 25 años, quien el treinta de enero, en la vía Totumal-Arismendi, impactó la moto contra un camión estacionado. Era un cantante de música cristiana muy apreciado en el pueblo. Otra de las desventajas es el abuso en el exceso de velocidad en las calles, donde ya ha habido personas arrolladas; y además del ruido excesivo que generan los tubos de escape.

Sería un trasporte ideal y muy útil en manos de gente cuerda y juiciosa, pero en manos de aventureros y personas inmaduras es un peligro potencial, tanto para conductores y peatones. La esperanza es que los motorizados adquieran la conciencia necesaria para entender que el abuso trae consecuencias graves, y que si no respetamos al otro, no tenemos derecho a reclamar cuando nos convirtamos en víctimas. La fe está puesta en que las mujeres sirvan de ejemplo; ellas, que en su mayoría son buenas conductoras, comedidas y juiciosas. Una de las medidas para controlar el exceso de velocidad, y que se ha optado últimamente, es el levantamiento en las calles principales de muros: (policías acostados), hasta tanto la municipalidad asuma el control.

Siendo el municipio Arismendi una de las economías más prosperas y estable del estado Barinas, el auge de este tipo de transporte ha contribuido al florecimiento de agencias de ventas de motos y repuestos, además de la abundancia de talleres mecánicos. Al menos unas cien familias se benefician con este tipo de negocios de forma directa e indirecta.
Lunes, 28 de junio de 2012
Zordy Rivero, Cronista de Arismendi

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