miércoles, 27 de mayo de 2009

VIDA SALUDABLE

¡Cuidado con la Sábila Casera!

En nuestras comunidades se le considera a la Sábila como una panacea: la planta que lo cura todo. Y tiene mucho de cierta ésta aseveración. No obstante, es bueno aclarar que existen unas trescientas especies distribuidas por todo el planeta, siendo la más conocida la Aloe vera, Aloe barbadensis o también llamada Aloe vulgaris. Sólo un botánico experimentado sería capaz de diferenciar una especie de la otra. Mi recomendación es que se le dé a la sábila un uso externo, donde se obtienen excelentes resultados, especialmente en las quemaduras de piel de primer grado, causadas por el sol y el agua caliente. Que ¿cómo lo logra? A través de sus propiedades antibacterianas, antivirales, antimicóticas y de regeneración tisular, facilitadas por sus componentes enzimáticos, vitamínicos, además de muchos minerales. El ejemplo más demostrativo lo tenemos en el Maestro Jesús, quien después de haber sido bajado de la cruz, pasada las cinco de la tarde, le masajearon su cuerpo magullado y sangrante con sábila y mirra, y luego lo envolvieron en una túnica... que lo devolvió a la vida al tercer día.

Por desconocimiento o ignorancia, o por el consejo apurado de algún chamarrero no autorizado, que tanto abundan en los pueblos llaneros, hay pacientes que ingieren el cristal de sábila licuado por tiempo prolongado, sin saber que a través de dicho jarabe están metiendo en su organismo un alto contenido de látex, iodo y otras sustancias tóxicas o no medicinales. La consecuencia principal es que el remedio termina siendo peor que la enfermedad. Uno de los primeros síntomas es la pérdida de peso en el paciente: Enflaquece de manera continua y visible; los latidos del corazón se aceleran significativamente, aun en reposo. Muchos órganos internos y glándulas se alteran, mostrado un mal funcionamiento, y en especial la tiroides, quien es la que más sufre por el iodo de la sábila.

Actualmente existen laboratorios en países avanzados que envasan el jugo de sábila después de extraerle las sustancias tóxicas. Lo recomiendo confiadamente para el tratamiento de la úlceras estomacales y gastroduodenales. Muy buena para los constipados. También se consiguen presentaciones en cápsulas. Ya saben, la sábila cultivada en los patios de las casas démosle un uso exclusivo externo. Y para obtener una buena presentación en jarabe o capsula, preguntemos por la procedencia y registro sanitario del laboratorio que la procesa.
Arismendi, 27-05-2009
Zordy Rivero

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